Por Orlando Pimentel.
Rafael Castillo resulto ser el diputado más votado de la circunscripción electoral número dos de Santo Domingo Este, a pesar de que todos los rincones de esa demarcación política se escuchaban la frase, SE VAN.
Castillo llega a diputado por una bandera de lucha, con las más elaboradas y estudiadas propuestas legislativas y de representación de todos los elegidos del municipio.
En la campaña interna, el candidato expuso sus propuestas en más de 400 mini reuniones.
En decenas de asambleas previas a la primaria del 6 de octubre Castillo le llamó la atención en privado al coordinador de la campaña interna, porque le gustaba mencionar que Rafael Castillo será el diputado más votado.
A Castillo no le gustaba esa frase, porque sonaba un poco arrogante y para él ser un buen diputado era mejor que ser el más votado.
Pasada la campaña interna hizo una asamblea donde le dijo a su tropa que se concentraran en la candidatura alcalde y en los candidatos a regidores.
Presentó al equipo sus candidatos a regidores y le dijo a quienes simpatizaban por Edita, que trabajen también para ella, como sí fuera por él, ya que los votos de Sandoval le sumaban a Luis Alberto y el alcalde era la prioridad, porque sin febrero no habia mayo.
Luego de la debacle municipal de marzo se le sugirió seguir la campaña bajándole algo al morado, porque el pueblo comenzaba a repudiar ese color, pero Castillo se negó tajantemente.
Con el coronavirus la gente solo pensaba en sus problemas inmediatos de salud y alimentación, por lo que su punto fuerte que eran sus propuestas pasaba a un segundo plano.
Desde el primer día se solidarizó con todas las comunidades por medio de acciones fraternas y operativas en todos los barrios de la circunscripción.
Día por día, de martes a domingo estaba desde la 7 am en un barrio de la circunscripción dos.
En la parte final de la campaña reiniciaron las asambleas por centro de votación y en cada una de ella le pedía a sus seguidores trabajar primero por Gonzalo y luego Cristina y Castillo.
Los asesores discutían con él, para que no pidiera carton lleno, porque la gente estaba identificada con el cambio, pero Castillo nunca dio su brazo a torcer en su deseo de que el PLD ganara la presidencia.
Una semana antes de la elecciones el coordinador y el asistente le pidieron que haga gafetes para 5 de julio solo con la cara de Rafael Castillo.
Rafael Castillo miró fijamente a su asistente y al coordinador de campaña y le dijo una frase que cerró el tema definitivamente.
´´Sí para ganar un escaño como diputado debo negar al candidato presidencial de mi partido, entonces prefiero perder y no ser diputado´´.