Por José Nuñez.
Ciertamente, reza acertadamente (como acostumbran hacerlo los refranes) el dicho popular, «No es lo mismo llamar al diablo que verlo llegar», o sea, que no es lo mismo ni es igual usted atacar a alguien que enfrentarse al atacado en buena lid, especialmente si éste es más talentoso que el atacante.
Así son las cosas, usted puede criticarlo, enfrentarlo y hasta calumniar a su adversario haciendo un juego político con bajezas, aunque eso se dan más en una democracia desbocada tipo la nuestra, máximamente cuando se dice; «en el amor y en la política se vale de todo».
Ahora bien, si le toca enfrentar a su contrario con una relativa igualdad de recursos y hasta con un poco más de los mismos, pero el oponente casi siempre sabe de las condiciones o cualidades de su enemigo político, donde conoce si es fácil o difícil la tarea de vencerlo.
Tal cual es la situación que estamos viviendo en la actualidad electoral de cara a las elecciones presidenciales y congresuales del próximo 5 de julio, que incluso, sabiéndose los peledeístas y los perremeístas contrarios políticos a muerte, para esta contienda están coincidiendo en una variable, ninguno quiere a Leonel como su adversario en una muy probable segunda vuelta.
Estos dos partidos (el de la Liberación Dominicana -PLD-, y el Revolucionario Moderno -PRM-), pueden en apariencia ignorar a Leonel Fernández en sus reuniones, el gobierno también puede hasta bajar líneas para que lo mencionen lo menos posible en los programas «democráticos e independientes», para tratar de minimizarlo, pero realmente el subconsciente los traiciona cuando se vislumbra que el momento nacional e internacional de cualquier país exige el perfil de un hombre como el del doctor Fernández.
Usted puede estar de acuerdo o no estarlo políticamente hablando, simpatizar o no con él, caerle bien o mal, pero si evaluamos a todos nuestros aspirantes presidenciales del momento, su historial y experiencia, sus fortalezas y debilidades, existe una primera y más valedera conclusión objetiva y prudente; la situación está para ponerla en las manos diestras y firmes de Leonel Fernández.
Señores, es que esta pandemia del coronavirus o covid-19, ha puesto al mundo entero las patas para arriba independientemente de que en algunos países ha hecho mayores estragos sociales y económicos que en otros, y con todo eso, faltan las consecuencias pos el maligno virus.
El covid-19 ha avanzado tan rápido al igual como lo hace la tecnología digital en los tiempos de la computarización generalizada con sus cambios en unos rangos de tiempos inimaginables, donde al vivir todas las naciones en interdependencias muy arraigadas, los hombres que los países pongan en sus hombros sus destinos, además de tener las destrezas que exige el momento, la visión no puede quedarse atrás, al revés, debe ser una prioridad; es un imperativo.
Por eso es entendible tanto en los objetivos del PLD como del PRM, ver al expresidente Leonel
Fernández con ojerizas de cara a una casi segura segunda vuelta electoral en el mes de julio.
Y todo se pone más interesante, porque se puede oler, palpar, que en sentido general, en una potencial segunda vuelta electoral, si Leonel queda entre las dos opciones, ya sea frente a Luis Abinader o a Gonzalo Castillo, las bases de uno y del otro en sentido general, van a preferir al exmandatario Fernández.
El planteamiento anterior es partiendo del supuesto muchas veces utópico, de que todo los que compiten tienen chance de ganar, pero en la política las cosas no funcionan así, es decir, si hay una segunda vuelta electoral como entendemos que va a suceder, Luis Abinader estará ahí sin discusión como ganador del primer lugar, por lo tanto, el pleito para el segundo lugar es entre Gonzalo Castillo y Leonel. Fernández.
Pero los que compiten por el segundo lugar (Gonzalo y Leonel), no deben ganarse ese espacio a costa de humillar y maltratar al otro por ninguna de las formas posibles, ya que en esas condiciones no podrán contar con las mayorías de los votantes de los militantes y simpatizantes que quedaron en tercer lugar, y por demás, éstos estarán dolidos, entonces en esas circunstancias, el del segundo lugar iría a un matadero totalmente seguro.
En definitiva, la coincidencia del interés de no querer enfrentarse a Leonel ni el PLD con Gonzalo Castillo ni el PRM con Luis Abinader, es porque ambos saben a ciencia cierta, que de ir a un proceso electoral bajo esas condiciones, es para legitimar un nuevo gobierno del líder más sólido y visionario que tiene el país; de Leonel Fernández.