Por José Núñez.
El partido de la Liberación Dominicana (PLD), la obra cumbre del profesor Juan Bosch, según manifestó abiertamente este genio de las letras, escritor, historiador, sociólogo, cuentista excepcional, maestro y un organizador genuino, hoy es la organización política más grande y exitosa en la historia dominicana.
Y precisamente, en esta coyuntura se encuentra para su próxima prueba electoral el PLD con sus tres opciones, la primera, que era impensable, insospechada, pero que aunque no se vea como muy probable, todavía muchos acarician la posibilidad de que pueda introducirse una reforma constitucional que abra el camino otra vez a la reelección presidencial.
No importando que una segunda reelección aún se vea y sea tan difícil de aprobar como empujándola por una hendija muy pequeña, tal cual la frase bíblica que dijo Jesucristo, «más fácil cruza un Camello el ojo de una aguja que un rico entrar al reino de Dios».
Por lo tanto, esa opción de la reelección de Danilo Medina ya hay que irla descartando, la cual antes de terminar este año quedará como está, prohibida, la población está opuesta a esta situación en más de un 75% según vienen proyectando las últimas encuestas.
No será necesario esperar el mes de marzo de 2019 para que el mandatario exprese lo que ya ha hecho y dicho públicamente en varias ocasiones, la primera, cuando sometió el proyecto de modificación constitucional para el artículo 124 y su transitorio en fecha 2 de junio de 2015, la segunda ocasión, al ser proclamado candidato oficial por el PLD para las elecciones generales de 2016 en el Centro Olímpico, el 31 de enero de ese mismo año.
También en las pocas entrevistas que ha concedido el presidente de la República ha manifestado que no volvería a intentar reelegirse, aunque ya en una ocasión cedió con este tema de la repostulación consecutiva, pero obvio, las condiciones de hoy están muy adversas en cualquier dirección a las del año 2015.
Es decir, el presidente Danilo Medina está neutralizado por la Constitución, e inclusive, la situación en que se encuentra la motivó él mismo cuando sometió al Congreso Nacional ser favorecido exclusivamente para su repostulación vía la reforma constitucional número 39 desde 1844 hasta la fecha, donde en 32 ocasiones han sido para permitir la relección presidencial.
La segunda opción que está latente en el PLD y que es observada por millones de dominicanos, es la referente a su inusual gran cantidad, relativamente hablando, de tantos precandidatos presidenciales, pero que ciertamente, solo uno marca en todas las encuestas números respetables, en crecimientos y temidos.
El que está siendo favorecido por el pueblo para que vuelva a ser candidato y presidente del país es el doctor Leonel Fernández Reyna, los demás, sus aspiraciones están sonsas o zonzas, hasta ahora sus pegadas son algo más que débil, irrisorias.
De ahí, entre otras cosas es que nace y observamos el tema de la revitalización del expresidente Fernández, tanto dentro como hacia afuera del PLD, si, así anda la situación y las firmas encuestadoras de prestigio bien ganado nos ratifican con el dato científico la potente tercera opción del PLD, que evidentemente es su principal carta de triunfo.
Aunque en honor a la verdad, la revitalización de un expresidente no es algo inédito en el país, eso es así, ya que esa situación se vivió con Joaquín Balaguer en el 1986.
También con Juan Bosch en el 1990 se dio el apoyo popular masivo o la revitalización, y con Hipólito Mejía en el 2012, pero al igual que el profesor Bosch, el ingeniero Mejía no pudo ganar, o se les impidió sus triunfos a ambos; en un caso por las astucias del doctor Balaguer, y en el otro, por la determinación del presidente Leonel Fernández a favor de Danilo Medina.
Entonces, en un panorama tan claro, con tantas evidencias históricas refrendadas por los métodos técnicos y científicos de las firmas encuestadoras de rigor, las que miden periódicamente los posicionamientos electorales de los aspirantes presidenciales en toda la nación, todo queda objetivamente delatado.
El o los que no tomen la decisión correcta con la escogencia de un candidato en su partido para ganar las próximas elecciones, simplemente, no tienen ni hay excusas para argumentar.
Por lo tanto, hacer más planteamientos y tan claros, no hay necesidad, ¿para qué?