Pelagio Taveras proclama: “Nada es más grande que la comunión con Cristo” en emotivo Domingo de Ramos

Por Orlando Pimentel.-

Santo Domingo Este, Los Mina – Con una multitudinaria participación de la feligresía, la Parroquia San Vicente de Paúl celebró con profunda devoción este  Domingo de Ramos, dando apertura solemne a la Semana Santa.

La jornada inició con la bendición de los ramos en la cancha del Barrio San Antonio, donde cientos de fieles se congregaron con entusiasmo y espíritu de fe. Desde allí, se realizó una procesión solemne por las calles del sector, entre cantos, oraciones y alabanzas, en una manifestación viva del amor del pueblo hacia Cristo. La caminata concluyó en el templo parroquial, donde se celebró la Santa Eucaristía, presidida por el padre párroco Pelagio Taveras, junto a un equipo de servidores comprometidos.

Durante su homilía, el padre Pelagio exhortó a la comunidad a reflexionar sobre el verdadero sentido del Domingo de Ramos, recordando que no es una simple fecha litúrgica, sino la antesala de los misterios centrales de la fe cristiana: la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.

“El Domingo de Ramos abre las puertas de la Semana Santa y nos prepara para la Pascua, la fiesta más grande e importante para los cristianos”, expresó el sacerdote. Señaló además que la Pascua se celebra durante ocho días y se prolonga por un tiempo de cincuenta días, hasta la solemnidad de Pentecostés, cuando se conmemora el nacimiento de la Iglesia.

El  párroco explicó cómo el Evangelio según San Juan presenta la confrontación de Jesús con los fariseos y las autoridades religiosas, quienes, a pesar de su conocimiento de las Escrituras, no lo reconocieron como el Mesías. En cambio, fue el pueblo sencillo y humilde quien lo aclamó como Rey, al verlo entrar en Jerusalén montado en un burro.

“El burro no es un animal de batalla, sino de carga. Mientras los reyes usaban caballos como símbolo de poder, Jesús eligió el animal más humilde para mostrarnos que su reinado es diferente: vino a servir, no a ser servido”, señaló el párroco.

Esta imagen, dijo, es clave para entender el mensaje del Evangelio. Jesús no vino con ínfulas de poder, sino con un corazón dispuesto a cargar los pecados de la humanidad.

“Él es el Rey de la humildad, el que carga nuestras culpas, el que siendo inocente muere por los culpables”.

Durante su prédica, también hizo referencia al profeta Isaías, quien siglos antes anunció con asombrosa precisión la pasión del Mesías. El llamado “Siervo de Yahvé” se presenta como un discípulo obediente que sufre en silencio y no se resiste al dolor.

“El Señor me ha dado lengua de discípulo, cada mañana me espabila el oído para que escuche como los discípulos”, citó el sacerdote, destacando cómo las Escrituras anticipan la misión redentora de Jesús.

No obstante, advirtió que, al igual que en tiempos de Cristo, hoy existen voces que confunden, desinforman y desvían a los creyentes.

“Hoy día hay muchos que repiten versículos sin entender su contexto, y lamentablemente hay católicos que se dejan engañar por discursos sin fundamento, especialmente en las redes sociales”, expresó con firmeza.

Recordó que muchos de los que aclamaron a Jesús con palmas ese Domingo, más tarde fueron manipulados para pedir su crucifixión.

“Eso nos invita a preguntarnos: ¿Soy un católico firme en la fe o me dejo llevar por lo que dice cualquiera? La fe hay que formarla, defenderla y vivirla con coherencia”, sentenció.

El padre Pelagio concluyó su mensaje exhortando a la comunidad a vivir la Semana Santa con un corazón abierto a la conversión, buscando reencontrarse con el verdadero sentido del sacrificio de Cristo, lejos de ideologías o fanatismos vacíos.

“Si tú eres católico, cree en la Eucaristía, defiende tu fe y no te dejes engañar. Porque nada es más grande que la comunión con Cristo”.

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