El tiempo, con su andar silencioso , constante, ha sido testigo de un viaje que inició con una promesa: amarse en la alegría ,en el dolor, en la salud , en la enfermedad.
Hoy, Loida y Belmish celebran 35 años de matrimonio, un hito conocido como las Bodas de Coral, símbolo de un amor maduro, sólido, resistente como las barreras de coral que enfrentan las tempestades del océano.
El coral no se forma en un día. Cada fragmento es el resultado de tiempo, dedicación, la voluntad de resistir las corrientes más fuertes.
Así ha sido el amor de Loida y Belmish, quienes, a lo largo de tres décadas y media, han construido una vida juntos, superando los desafíos encontrando, en cada dificultad una oportunidad para fortalecer su unión.
«Formar una familia no es solo una tarea, es un arte», dicen. Su historia lo confirma. Juntos, han tejido un hogar donde las risas, las lágrimas han coexistido, donde los sueños individuales se transformaron en un propósito compartido.
En este aniversario, las palabras no son suficientes para describir lo que han construido. Lo que una vez fue una chispa ahora brilla como un faro, guiando no solo sus propios pasos, sino también los de quienes los rodean y admiran.
Las Bodas de Coral son más que un momento de celebración. Son un recordatorio de que el amor, cuando se cultiva con paciencia, se puede proteger con cuidado, puede resistir el tiempo, las tempestades, las tormentas de la vida.
Loida y Belmish nos enseñan que el verdadero éxito en un matrimonio no se mide en años, sino en la profundidad del vínculo que une dos almas.
Hoy brindan por lo vivido y por todo lo que aún está por venir, con la certeza de que el coral que simboliza su unión continuará creciendo, formando un arrecife que seguirá siendo refugio y fortaleza.
Felicidades, Loida & Belmish, por 35 años de amor eterno.