Por José Núñez.
Es un hecho cierto y muy sólido, que aunque las argumentaciones del grupo que defiende al expresidente Leonel Fernández, sobre si procede o no que a él puedan inscribirlo como candidato presidencial por media docena de partidos políticos, están amparadas en las leyes, en resoluciones de la JCE, en jurisprudencias de las Altas Cortes y blindadas por los Derechos Fundamentales que se describe en el legajo del legalismo constitucional.
Los contrarios a esta posición, especialmente desde las máximas autoridades políticas del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), siguen diciendo que apelarán esas intenciones de varios partidos por inscribir a Leonel.
En estos enfrentamientos de las ideas legales y constitucionales que tienden a ser tan abrumadoras cuando se enfrentan los abogados y juristas, que la población solo atiende a decir, y es que no se pueden poner de acuerdo estos profesionales del derecho, y solo dice la gente llena de frustraciones, «entre abogados te veas», siempre y cuando quieran verte en una encrucijada.
Y toda esta situación entre lo que el hacha va y viene, está causando en los simpatizantes actuales y los potenciales del leonelismo, que comiencen a invadirlos las frustraciones y las dudas de si será posible que permitan la inscripción de Leonel como candidato presidencial.
En estos escenarios, con las estructuras comunicacionales y otras colaterales muy bien motivadas desde el Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana y desde el mismo erario, mantienen unos bombardeos sistemáticos, diciendo que es imposible, improbable, que se puedan aceptar esas intenciones de inscribir al doctor Fernández.
A pesar de que los razonamientos de los opositores a la inscripción presidencial de Leonel Fernández, parecen traídos por los cabellos, con pinzas, muy difusos, no tienen reparos en decir, que eso de inscribirlo «es puro transfuguismo», además agregan, «que eso es ilegal, que ya él perdió, que utilizó sus Derechos Fundamentales»; pero aquí ignoran, que los mismos nunca vencen.
Los Derechos Fundamentales, son perennes, solo desaparecen con la muerte, por lo tanto, como es un derecho fundamental en la Constitución el de elegir y ser elegido, no lo puede prohibir nuestra Ley Electoral.
También, el mismo constituyente le hizo su propio reglamento para que no se invente con los os Derechos Fundamentales de las personas, intrínsecos, de ahí que observamos, porque no citan ni muerto los que se oponen a la inscripción de Leonel, la ley de leyes o Carta Magna al respecto, hacen como dice el refrán popular, «le huyen (al texto constitucional) como el diablo a la cruz».
Lógicamente, los excompañeros del doctor Fernández, no citan mucho el texto constitucional, porque no son tan ingenuos, ya que al fin y al cabo, éste es quien pone las cosas en el orden legal cuando existe este tipo de controversias y donde los intereses se anteponen a la razón, nublan los buenos juicios.
Hay que agregar, que la timidez de los pueblistas o leonelistas, se delata notoria, desde la óptica de sus simpatizantes, porque han dicho no entender, que si ya entre esos seis (6) partidos que lo han proclamado con el personal de la JCE observando, ni uno solo han ido a inscribirlo.
Se sabe, que ese proceso puede durar mucho tiempo de apelación en apelación si es objetado, y si no lo someten directamente al Tribunal Constitucional, además, es bien conocido, que en la Ley Electoral con sus Reglamentaciones, existen plazos fatales para inscribir las candidaturas en sus diferentes denominaciones (Regidor y su suplente, Alcalde y Vicealcalde, Diputado, Senador, Presidente y el Vicepresidente de la República) en la JCE.
Pero también, esto mantiene distraídos, en ascuas a los simpatizantes del nuevo proyecto o partido político denominado La Fuerza del Pueblo con sus siglas FP, o sea, todo está dando a indicar, porque puede afectar negativamente la percepción política hacia Leonel, que ya es hora de buscar una definición al respecto.
Incluso, hasta el no tener un logo definitivo el nuevo proyecto político leonelista la FP, comienza a inquietar a muchos de sus actuales seguidores y de los potenciales adeptos.
Y esta situación con la inscripción de la candidatura presidencial, mantiene a Leonel como semiparalizado en la popularidad, eso es independientemente de que luzca como el candidato más activo y con las actividades políticas más numerosas, bien lucidas y muy alegres en todo el territorio nacional.
No descuiden este importante acontecimiento, eso de la inscripción como candidato presidencial a Leonel, donde si no la aceptan sería muy frustratorio para más de dos millones de dominicanos y cuidado, pero que si la aceptan, es muy probable que este hombre que ha mostrado tanta capacidad de resiliencia y que hace buenas empatías con su pueblo, apuntale en la percepción favorable.
A lo dicho anteriormente, le seguiría el crecimiento de la popularidad, la cual puede continuar subiendo, y de ahí en adelante, cualquier cosa puede pasar con este líder nacional.