Por José Núñez
Un dirigente político bien pulido en la teoría y en la práctica, con un historial amplio en el ejercicio estatal, con un balance positivo en sus ejecutorias, ahí está el dato, la historia muy reciente, y si además su liderazgo es aclamado mayoritariamente a lo interno de su partido y en la sociedad, solo hay que planificar y poner en acción el plan para llegar a la meta y alcanzar el objetivo final.
Y si la planificación en pro de un objetivo se va ejecutando con suficiente tiempo, lo que va a permitir corregir entuertos y los posibles imprevistos, solo basta hacer la tarea con entusiasmo cuando se trabaja con un líder político de las características del doctor Leonel Fernández Reyna.
Es precisamente lo que están llevando a cabo los dirigentes peledeístas de diferentes jerarquías que aúpan la precandidatura presidencial de Leonel Fernández para el 2020, donde también se incluyen cientos de movimientos de apoyo, personalidades y comunicadores, sin obviar un ejército de simpatizantes independientes.
Un punto a destacar, es el apoyo intenso y creciente de la juventud, y el que lo ponga en dudas que se dé una simple chequeada por las redes sociales.
Incluso en el acto del recién pasado domingo 26 de agosto, donde informaron su más de un millón doscientas veinticinco mil firmas (1,225,000) en apoyo a que Leonel Fernández sea el candidato del PLD para las elecciones del 2020, fue muy notoria la gran cantidad de jóvenes en el mismo, donde por supuesto el entusiasmo de éstos no se disimuló en ningún momento.
En este contexto, con un Leonel y su gente tirados a las calles y callejones en todo el país y en el exterior, organizando personas y buscando firmas en apoyo a este carismático líder nacional, con un proyecto presidencial que se conservó o lo hicieron conservar a regañadientes en el año 2012, ahora resurge con la fuerza de un volcán.
Pero esta vez, la diferencia es que el trabajo que se está realizando es orientado hasta el final, preparándose para la competencia interna y externa, independientemente a los deseos e intereses de la oposición entre varios de la casa.
Es un proyecto político en busca de tres objetivos claros; el primero, la unidad del partido morado, segundo, que el expresidente Leonel Fernández sea el candidato del PLD, y el tercer interés, para ganar las próximas elecciones en la primera vuelta.
En otras palabras, una candidatura que camina prácticamente sin competencia interna, ya que los demás aspirantes en las encuestas de prestigio, la sumatoria entre éstos no les alcanza el 10% de simpatías.
Solo faltaría un detalle para que el juego se gane «Por Forfait»; el reencuentro y el acuerdo político entre los dos hijos (Leonel Fernández y Danilo Medina) más beneficiados de la «obra cumbre del profesor Juan Bosch», el PLD.
En conclusión, si los dos principales líderes del Partido de la Liberación Dominicana se unifican, sigue el «e pa` lante que vamos» y «manos a la obra», se mantienen al frente del erario más allá del 2020.
