Por José Núñez.
En su tercer mandato y con la desaparición física del Profesor Juan Bosch y los doctores José Francisco Peña Gómez y Joaquín Balaguer, además de la muerte de Jacobo Majluta, pero especialmente por la muerte de los tres primeros, consecuentemente todo el país vuelca su mirada sobre Leonel Fernández.
En este contexto, el doctor Fernández se consagra como el político más veterano, compacto, de formación intelectual por encima de sus iguales, además con una experiencia estatal vasta y positiva, y con todos esos buenos calificativos, también era el más joven. Obviamente, lo dicho anteriormente lo convirtió en el líder principal del país, porque ya desde el 1996, lo era y lo es en el PLD.
Lo planteado en los párrafos precedentes, quedó tan evidenciado que, al el PLD volver a derrotar al PRD, su candidato presidencial, el ingeniero Hipólito Mejía, ha manifestado en varias ocasiones que «a él lo derrotó Leonel Fernández»; eso lo dice quien más debe conocer las causas de su derrota ¿Y entonces?
Todo queda delatado sobre la solidez del liderazgo Leonel, cuando para las elecciones del año 2012, su salida al escenario en la parte final, se considera que fue la diferencia de la victoria electoral para el PLD y el licenciado Danilo Medina.
El evidente liderazgo del doctor Leonel Fernández quedó soportado en su legado de una política social exitosa, un PIB en expansión, los niveles inflacionarios por debajo de dos dígitos y con el rostro de la infraestructura física del país con innegables signos de desarrollo.
También, el fortalecimiento del Estado fue excepcional, ya que el presupuesto pasó de RD$24,414,109,480.00 en el año 1996, a RD$351,738,868,215.00 para el 2012, es decir, se multiplicó más de 14 veces, algo verdaderamente excepcional. Sin obviar, que se modernizó y se crearon las leyes e instituciones para enfrentar la corrupción administrativa del erario.
Lo dicho anteriormente es tan cierto, que al salir de su tercer mandato constitucional, la valoración de su gestión y la de su persona eran muy buenas, de más o menos 70%, aunque de manera inaudita y desde las entrañas de su propio partido y de su gente, se articularon muchas cosas en su contra.
Aunque debemos reconocer que la realidad se impuso en el año 2012, pero también se dice, que el devenir histórico no da tregua, que quien siembra bases y poder político con un buen legado, le corresponde dirigir y administrar el poder del Estado, lo cual parece se dará nueva vez con la figura política de Leonel Fernández.
Por lo tanto, son obligatorias las siguientes preguntas: ¿Quién, cuál será el adversario interno de Leonel? Las respuestas son simples, el que quiera minimizarse políticamente, esa será su medalla, y en lo externo; el reconocimiento o el mérito que se va a ganar su oponente son, como el que lo enfrentó y fue noqueado para dar paso al cuarto mandato presidencial del político más influyente en el país de los últimos 22 años.
Señores, el doctor Leonel Fernández Reyna, se certifica como un cuarto bate de la política nacional e internacional, cuando tiene el honor de ponerle la banda presidencial a uno de los suyos. Sí, siendo el presidente saliente de tres períodos y los dos últimos consecutivos.
Además, es el presidente del PLD, y al que deja en el poder, es a uno de su propio Partido, que fue su brazo derecho de los primeros seis (6) años, de sus 12 como gobernante.
Y como si todo esto fuera poco, también les dejó un Congreso con absoluto dominio, conjuntamente con la mayoría de los alcaldes y otros poderes judiciales por si fuera necesario, pero que no son objeto de este análisis.
En una de las obras del doctor Joaquín Balaguer, éste escribió: «Lástima que el hombre no tenga una segunda vida, pero con la experiencia de la primera». Eso tendrá el privilegio de vivirlo Leonel Fernández, no ya con una segunda vida, sino con tres experiencias a cuestas, y qué bueno que será en beneficio de la patria del Patricio Juan Pablo Duarte y del Profesor Juan Bosch.
Como cosas divinas o designios del más allá, tiene un cerrador, que con sus dos buenas gestiones de gobierno, por si acaso, cuando entre al ruedo electoral en la parte final de las próximas elecciones, el licenciado Danilo Medina, como debe ser, le pondría la tapa al pomo, y el doctor Leonel Fernández, nueva vez, irá a ejercer el poder por cuarta ocasión, en el terreno donde ya es un lince.
En conclusión, un cuarto período para un cuarto bate, y para completar 24 años en los últimos 28 de los gobiernos morados del PLD.