Por José Nuñez
Los precandidatos presidenciales en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), «están como en boticas», es decir, hay para todos los gustos y colores, hasta con méritos y sin éstos, independientemente de la gran falacia de que, «todos pueden aspirar»
¿Cuánta hipocresía en una frase tan corta?, se sabe que lo que te legaliza a hacer o aspirar a algo, muchas veces pones de ridículo al interesado, principalmente en las actividades sociales donde se requiere un background, experiencia, logística y básicamente, tener un statu social bien ganado y reconocido.
Y cuando se trata de aspiraciones al más alto nivel, como es querer llegar a dirigir los destinos de una Nación a través de convertirse en el presidente de un país, el asunto también tiene que ver en cómo usted es visto y aceptado por las mayorías de su población.
Tampoco se pueden dejar de lado las determinantes coyunturas, las cuales van siempre ligadas al momento político y a los liderazgos que se mueven en el ambiente tal cual unos fantasmas; te salen por todas partes.
Entonces, visto estos preámbulos, sería interesante leerles sus pedigrís a los aspirantes del PLD que han salido al ruedo electoral y a los que están pensando hacerlo, por supuesto, vamos a ponderar que falta un buen trecho para la escogencia del predestinado.
Aunque como todo en la vida, el faltar mucho tiempo es bueno para planificar sin prisa los pasos a seguir, corregir errores y darse a conocer conjuntamente con sus planes de gobierno.
Pero también una campaña política extensa tiene sus partes negativas, ya que no se puede saturar al votante, y los gastos de recursos se hacen inconmensurables, especialmente en un país como el nuestro, donde el clientelismo hace las actividades proselitistas demasiado costosas.
En este contexto, observamos las pretensiones del doctor Francisco Domínguez Brito, un ex funcionario bien pulido, de vasta experiencia y que se ha ganado el mote de hombre serio, además sus gestiones como servidor público de primer nivel han sido buenas.
En esta precandidatura hay madurez y méritos más que suficientes, ahora bien, estaría por verse si a lo interno de su partido tiene estructura en cantidad y calidad para competir, lo cual no se ha evidenciado por ahora, sin obviar los recursos de que disponga el proyecto, y que sus números deben comenzar a subir, de lo contrario, esto es solo para experiencias futuras.
En el caso del doctor Reinaldo Pared Pérez, el otrora Secretario General del PLD, va rumbo a las dos décadas en este importante puesto, si fuera por méritos alcanzados, sin dudas ya éste fuera el candidato para las elecciones del 2020.
Pasaría a ocupar lo que el ingeniero Temístocles Montás entiende que es un asunto de turno entre tres (Leonel Fernández-Danilo Medina-Temístocles Montás), y como él por ahora no puede (el caso Odebretch en el cual lo han implicado al parecer va para largo en la justicia).
Es que Reinaldo fue Regidor en dos períodos al igual que diputado, Delegado del PLD en la Junta Central Electoral y ahora como Senador va rumbo a su tercera ejecutoria, una de éstas fue de 6 años.
El escollo de Reinaldo no son los méritos ni el equipo de campaña, su hándicap es que nunca ha aparecido con números decentes para una candidatura presidencial en ninguna encuesta, y en esta coyuntura veo cuesta arriba que su popularidad crezca.
En los casos del ex Ministro Manuel Crespo y el ex Diputado Carlos Peña, solo tienen una sola condición para aspirar, la cual citamos al principio de este artículo como una falacia, que tienen derecho a sus intenciones, ya que «todos pueden aspirar», pero eso no tiene ningún peso específico para alzarse con una candidatura presidencial, y solo el nocaut al comenzar con fuerza la campaña interna lo haría despertar de sus sueños platónicos.
En el caso del doctor Carlos Amarante Baret, un dirigente político del más alto nivel, funcionario experimentado, conceptualizador, una candidatura que usted puede estar de acuerdo o no con ella, pero realmente es un proyecto con criterios.
Lo dicho en el párrafo anterior es tan así, que Amarante Baret parece competir con Reinaldo Pared Pérez a cual tenga más derecho para que el presidente Danilo Medina le dé su apoyo, aunque los números de este son ínfimos aún, sin nada que temerle, por lo tanto, si no recibe una brisa o corriente de apoyo, se desinfla.
Y se dice, que viene otra candidatura muy sonora, no por los méritos políticos ni porque sea temida, sino por el importantísimo cargo que ocupa en el Estado, además de que no es una figura pulida, nos referimos al Arquitecto Andrés Navarro, el actual Ministro de Educación.
El mencionado caballero ha llamado mucho la atención por la forma rápida y sorpresiva que lo ha colocado el Presidente Danilo Medina en cargos que les quedaban grande a su figura y en los cuales ha tenido buen desempeño, el primero de éstos fue como Canciller de la República, y el de ahora, en el Súper Ministerio de Educación.
Sobre el Arquitecto Navarro se especula, que si deja ese Ministerio, un hombre que no marca en las encuestas, que prácticamente no es conocido en el país, es obedeciendo sugerencias y porque será apoyado por muchos de las fuerzas del que es sin dudas el hombre más influyente del país, de lo contrario, que no sueñe con la ñoña, ¿o será para recomendarlo como Vice?
Ahora vamos con Leonel Fernández, la carta de triunfo de los peledeístas, el político más terminado del país, también una figura de primer orden en el plano internacional, debe estar entre los tres primeros hombres de América Latina políticamente hablando, y a nivel intelectual, entre sus iguales, su posicionamiento y reconocimiento nadie los discute.
Con Leonel existe una estructura nacional y en el exterior, la experiencia ni hablar, buen posicionamiento electoral (el mejor entre los aspirantes internos y externos), liderazgo principal consumado y con una candidatura que debe ser para una causa, ir tras el anhelado desarrollo nacional o mínimamente romper sus escollos.
En consecuencias, todos sabemos que el candidato del PLD para el 2020 es Leonel Fernández!!!