MIAMI (IKER SEISDEDOS).- No hay tregua en el gran verano de los fichajes en Miami. El Inter firmará este martes su tercer contrato bomba con el lateral izquierdo Jordi Alba, que se unirá a sus antiguos compañeros del F. C. Barcelona Lionel Messi y Sergio Busquets. La confirmación la ofreció tras un entrenamiento del equipo y en una conversación con reporteros el dueño del club el empresario cubanoestadounidense Jorge Mas, que también certificó que el debut de Messi será el viernes, frente a los mexicanos de Cruz Azul, en la competición de clubes norteamericana Leagues Cup. Mas también dijo que el astro argentino no jugará todo el encuentro.
Alba, de 34 años, dejó hace un mes por iniciativa propia el Barcelona, y desde entonces era un jugador libre de compromisos. Se especuló, como se especuló con Messi, que su destino estaba en Arabia Saudí, pero finalmente ha decidido, tras una década en el equipo catalán, mudarse a Miami, donde jugará a partir de ahora con dos viejos amigos. Los tres se vieron en Barcelona el pasado mes de abril, en una reunión que despertó las sospechas de que su destino podría, como ha quedado demostrado, estar unido.
Tanto Messi como Busquets entrarán, según las reglas de la liga estadounidense (MLS), en la categoría “jugadores designados”, a los que no se les aplica el techo salarial que impone la competición al resto de los deportistas. Solo puede haber tres por equipo, y el tercero es, en el caso del Inter, Josef Martínez. Alba entra así en la organización en una categoría salarial inferior, que fija un máximo de dos millones de dólares por temporada.
El contrato de Messi, histórico para la MLS, es por dos años y medio y contempla un sueldo por temporada de entre 50 y 60 millones de dólares; menos de lo que le esperaba, a sus 36 años, si hubiera aceptado una nueva vida en Arabia Saudí. En el pacto se incluye una participación en el equipo cuando se retire y un porcentaje que no ha trascendido de los derechos de retransmisión global, propiedad de Apple TV, y de la venta de equipación deportiva de Adidas.
Beckham y el Tata Martino
El anuncio de Alba, que ganó seis ligas y una Champions con el Barça, se hizo esperar, según fuentes del Inter, por motivos de logística familiar del lateral español, que espera su tercer hijo. La confirmación finalmente llegó después del segundo entrenamiento de Messi y Busquets con el equipo, el primero en el que se dio acceso a los medios en una sofocante mañana en Fort Lauderdale, donde está el estadio del Inter, para ver a las estrellas practicar con sus nuevos compañeros.
Mas, acompañado del director deportivo y copropietario, David Beckham, también adelantó la llegada inminente del paraguayo Diego Gómez (proveniente del Libertad Asunción) y de los argentinos Facundo Farías (Colón) y Brian Aguirre (Newell’s). Estas tres incorporaciones atienden a los deseos del nuevo entrenador, Gerardo Tata Martino, otro fichaje de peso en la temporada más revolucionaria de la historia del club, fundado en 2018. Son jugadores jóvenes, que, como explicó Mas en una entrevista reciente con EL PAÍS, servirán para reforzar el equipo dando apoyo al trío de exjugadores del Barcelona, todos ellos en el ocaso de sus carreras.
En la ciudad también se acaricia estos días la incorporación de una cuarta gran estrella, otro ex del Barça: el delantero uruguayo Luis Suárez. Sobre esta posibilidad, Mas recordó que Suárez está bajo contrato con el equipo brasileño Gremio de Portoalegre, y que solo cabría su fichaje si este logra rescindir su vinculación con su actual empleador por voluntad propia.
El Inter es el equipo colista de la Conferencia Este de la Major League Soccer (MLS), y se encuentra a mitad de una temporada de resultados decepcionantes, en la que todavía podrían, sin embargo, acceder a los playoffs.
La MLS se encuentra ahora en el parón de verano, y la competición se retomará a finales de agosto. Será interesante ver entonces cómo se coloca el Inter, un equipo que sale extraordinariamente reforzado, en el ecosistema. A la pregunta de si cree que tanto movimiento de jugadores creará una descompensación competitiva en la liga, Nelson Rodríguez, su director ejecutivo, explicó el domingo a EL PAÍS que “cada uno de los 29 equipos está buscando el modo en el que se define”. Y puso el ejemplo del Philadelphia Union, que defiende un modelo basada en algo parecido a la cantera. El año pasado a punto estuvieron de conquistar la liga, que perdieron en el último minuto de la final ante el equipo de Los Ángeles.