Yo nunca había puesto asunto al tema de la Liga Municipal Dominicana, si siquiera sabía de que se trataba ese organismo del estado hasta el día de ayer cuando escuche las declaraciones ofrecida a la prensa por una regidora de Santo Domingo Este.
Confieso que sentí la vergüenza ajena cuando escuche decir que ella prefería al actual secretario porque ha repartido bien el pastel sin mencionar algún logro a favor del pueblo de esa institución.
Como joven sentí vergüenza los políticos que deben servirnos de modelo tengan un criterio del estado como un botín para repartirse.
Sí esa es la utilidad de esa institución lo mejor sería que el congreso apruebe una ley para disolver ese instrumento parasitario que solo sirve para quitarle una parte del presupuesto al estado.
Los ideal sería invertir ese dinero en programas que ayuden a los jóvenes preparase en un oficio que le permita un empleo o impulsarlo para que puedan ser pequeños empresarios y un ejemplo sería rescatar lugares como el hotel Campoamor en Los Mina que es un lugar semi abandonado y solitario donde diario atracan personas que cruzan por la periferia de esa área
Con el dinero que recibe la Liga Municipal se puede adquirir ese terreno y construir un gran politécnico en ese lugar y un centro grande de Infotep que le ofrezca carreras técnicas a los jóvenes del barrio y ese tipo de acciones replicarla a nivel nacional y las personas que cobran sin trabajar en la Liga serían útiles a la sociedad empleadas en esos centros de rescate juvenil y lucha integral contra la delincuencia, porque la preparación y el empleo son las principales armas para luchar contra el delito.
Los recursos que la Liga usa en investigaciones fallidas deben ser usados para estudiar cuales son los oficios técnicos profesiones de grados que el país demanda y averiguar cuales áreas son las más rentables y segura para iniciar una pequeña empresa.
Mi propuesta es que se haga un inventario de las instituciones que como la Liga no sirven para nada y disolverla para usarla la lucha contra la delincuencia por medio de la formación académica de los jóvenes y la disminución del desempleo, porque estoy convencida de que la solución a ese gran problema no es matar jóvenes, sino enseñarle cual es el mejor camino para el progreso de ellos y e su familia