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Por Orlando Pimentel
Santo Domingo Este.-Dice Manny Valenzuela que cada lunes es diferente al otro, aunque sea lunes. Y tiene razón. El tiempo avanza, pero en TropicalNewYork.Net se detiene. Llega el lunes del recuerdo, y con él, los boleros del ayer, esos que se enredan en la memoria como hilos invisibles que nos atan a lo que fuimos, a quienes amamos, a lo que nunca dejamos de sentir.
La radio no es solo un sonido; es un latido colectivo. En el chat, los radioescuchas no dejan de comentar. Cada mensaje es una voz que se suma al coro de nostalgias:
«Esa la cantaba mi abuela…»
«Ay, Manny, me hiciste llorar con ese tema…»
«Dios mío, cuántos recuerdos, ¡qué hermoso programa!»
Y entre tantas palabras, hay una que se escapa con un dejo de misterio. No diré su nombre, pero dejaré una pista: es la madrina de la estación. Con el corazón a flor de piel, da las gracias a Manny por este viaje sin pasaporte hacia los sentimientos encontrados. Hoy hubo lágrimas, muchas, pero también sonrisas, porque eso es lo que provoca este programa: nos hace sentir, nos recuerda que estamos vivos.
Yo, Orlando Pimentel, entre noticias y publicaciones en mi periódico digital Quesecuenta.com, hago una pausa. Cierro los ojos y vuelvo a ser ese niño que escuchaba estos boleros mientras mi madre y mis tíos tarareaban las letras, sin saber que esas melodías se quedarían en mi alma para siempre.
Así son los lunes en TropicalNewYork.Net, un tren de melodías y recuerdos que nos devuelve a los momentos que creíamos lejanos, pero que en realidad nunca nos han dejado.
