Por José Núñez.
Ciertamente señor presidente constitucional de la República, licenciado Danilo Medina Sánchez, en su entrevista exclusiva por televisión, difundida el domingo 19 de agosto de 2018, y la única de su tipo por cierto en los casi siete (7) años de su gestión, usted dijo que hablaría al país en marzo sobre la posición que ya tenía tomada de que si aspiraría o no a otra reelección.
Pero más adelante, durante esa misma entrevista, deja claro que también dependería para dar esa información, el escenario que su partido escogiera y que le ordenara el Comité Político (CP), aunque también existen los plazos fatales por Ley para el proceso electoral en el país.
Obviamente, todo se circunscribe a un ex ante de los plazos legales, y además, que su partido como es o era su costumbre de años y décadas pasadas, es más, desde su fundación, nunca ha escogido ni señalado a sus precandidatos ni a sus candidatos de manera tardía, pero nunca.
Y no es que se esté tarde en ningún modo, pero si se está poniendo tarde para orquestar una buena estrategia, el tiempo apremia, ya para los escenarios electorales no se debe subestimar nunca la frase que dice, «el que temprano inicia, casi siempre termina con buen tiempo».
Es que lo que se deja para última hora, cuando hay tropezones e imprevistos, independientemente de que se tengan presentes los potenciales problemas, sin el tiempo apropiado, casi nunca queda bien puesto el parcho o el tapón, y peor aún, se hacen las negociaciones políticas presionados por los plazos y resultan siendo casi siempre los no ideales.
Todo ese accionar empuja a resultados inesperados, y generalmente son los no deseados, porque resulta y viene a ser, que las contiendas políticas se ganan regularmente con los amarres o acuerdos políticos previos, esos que se calculan fríamente, que en otras palabras quiere decir, con tiempo y sin presiones de ninguna clase.
Es que si se dejan las cosas para el final, los problemas que pueden ser; de fechas, la gente pendiente, la desesperación, los medios de comunicación azuzando y otros tipos de intereses inmencionables, los resultados podrían no ser halagüeños.
Eso es parte de lo que tiene a los peledeístas en ascuas, donde hay muchos debatiendo y opinado por las redes, en las reuniones de clubes, en las cooperativas, en los encuentros deportivos…, sobre lo que pasaría en el PLD si usted señor Presidente toma una que otra decisión.
Ya las cosas se han generalizado, todo el país está involucrado en el tema de si o no con la reelección, potencializado porque es su partido que ostenta el Poder.
En el PLD, los analistas políticos, los no políticos, en todo el territorio nacional, ya hasta estamos haciendo todo tipo de conjeturas con conclusiones visionarias, y las otras opiniones más astutas, se van por las vías de la prevención, apelando a las experiencias históricas del país y las de otros países que tengan características como las nacionales.
Entonces, Danilo, usted que se ha caracterizado por hablar haciendo, que se le puede entender o comprender más, dándole seguimiento a lo que ejecuta y como actúa, que tratando de conocer lo que hará por lo que habla, y es por lo poco expresivo de nuestro presidente, pero eres el primer mandatario y el pueblo ya quiere oírlo, y las razones sobran.
Y en los próximos días se va a oír un coro al unísono por la gran mayoría de la población donde le pedirán señor presidente, que hable ya por favor sobre el tema suyo respecto a la reelección.
Hay que puntualizar con toda responsabilidad, que si el señor presidente de la República Danilo Medina se dirige al país previo un acuerdo con el expresidente Leonel Fernández, o también anunciando que se va a respetar lo acordado por el CP en el año 2015, el PLD comenzaría nueva vez a sellar el camino para quedarse gobernando.
Pero si Danilo habla para anunciar sus aspiraciones a otra reelección, lo que equivale a formalizar también la división de ese partido, se termina la era del poder morado, y por supuesto, «con la teoría del árbol caído».