Por Roberto Veras.
Muchos de nosotros nos quejamos de la corrupción, la mala política del gobierno, la falta de dinero, el fraude, la deshonestidad, etc.
Todos queremos vivir en un mundo mejor, pero solo hablamos de los errores de otros y casi siempre tenemos la culpa de todo lo que está pasando.
Los políticos son mentirosos, los vendedores son ladrones, los ingenieros son incompetentes y la iglesia es manipuladora. ¿Pero quiénes son todas estas personas? La respuesta es bastante clara, pero muy difícil de señalar, ¡somos tú y yo!
Los gobiernos del mundo están formados por personas individuales (como usted y yo), y son elegidos por personas individuales (como usted y como yo).
Las guerras también son creadas por personas individuales (como usted y yo). La política es creada por personas (como tú y yo otra vez). Y las noticias también las crean las personas (sí, estas personas también somos tú y yo).
En resumen, la sociedad no es más que la suma colectiva de personas individuales, las mismas personas que nunca dejan de quejarse de la sociedad de la que forman parte.
Ahora, ¿cómo puedes cambiar la sociedad? Usted solo puedes cambiarse a sí mismo y luego sucederá un milagro: verás una sociedad cambiada.
Ya sabes lo que dicen, el cambio comienza desde dentro. Cuando cada individuo cambie, los gobiernos cambiarán, las noticias cambiarán, las enfermedades cambiarán, todo cambiará para reflejar los cambios individuales, sean cuales sean.
Para resumir hasta ahora, la próxima vez que quiera quejarte, deténgase, no estás contribuyendo con nada positivo al quejarte. De hecho, solo estás empeorando las cosas.
Si desea ser productivo (para usted y para el bien de la sociedad), revise sus propias actividades.
¿Eres impecable en todo? Honesto, paga los impuestos, cumple con tus deberes, nunca infringe ninguna regla, nunca excede los límites de velocidad, nunca pronuncia una sola mentira.
Si no lo eres (y apuesto a que no lo eres), entonces trabaja en esas cosas y deja en paz al gobierno.
Predica con el ejemplo, Cuando todos asuman la responsabilidad personal y comiencen a vivir la vida con la mayor integridad, el mundo cambiará repentinamente. Pero un mundo cambiado solo es posible cuando cada individuo deja de intentar cambiar el mundo y se cambia a sí mismo.