Por Nelia Rodriguez.
El PRM se ha convertido en una bomba de tiempo donde sus principales dirigentes han llevado sus diferencias al plano personal y se insultan entre sí, lo cual está provocando desencanto y disminución de simpatía hacia ese partido.
Mientras los dirigentes del PRM se decían desde satánicos, calumniadores e hijos del diablo, Luis Alberto encabezaba reuniones con el 95% de la dirigencia del PLD en cada circunscripciones.
Desde danilistas tradicionales hasta los leonelistas más radicales han abrazado la causa de relanzar el municipio con el joven empresario.
El fin de semana culminó con una de la caravana más grande que ha hecho el PLD en el municipio más grande del país.
El PRM terminó el fin de semana entre insultos y cayéndose a pedazos