El choque de sangre fue letal para el PLD

Por Jose Nuñez.

El choque de sangre o de intereses en el Parido de la Liberación Dominicana (PLD), no fue ni es de ahora como piensan muchos, el enfrentamiento de Danilo y Leonel por la escogencia de Gonzalo como el delfín del primer mandatario, no es inédito, el primer conflicto de este tipo se remonta al año 2000.

Sí, en los albores de la década del 2000, en la era del liderazgo de Leonel Fernández, se dio el primer enfrentamiento con visos divisionistas entre los peledeístas (se habían dado otros choques y divisiones), el cual fue causado por las aspiraciones del Vicepresidente de la República para ese entonces, el doctor Jaime David Fernández Mirabal, y el súper poderoso Secretario de Estado de  la Presidencia del momento, el licenciado Danilo Medina Sánchez.

La mejor evidencia de lo que dijimos anteriormente, es que aun hoy, después de casi 20 años, existe entre algunos que otros compañeros de ese partido, surrapitas por ese enfrentamiento electoral, al querer ser uno de ellos dos (Danilo o Jaime) el candidato presidencial del partido gobernante para las elecciones del 2000.

Ahí también se impuso el poder, no con una acción directa del primer mandatario, el doctor Leonel Fernández, pero si él haciéndose de la vista gorda con los movimientos y acciones favorables que se hacían en el erario desde el sector del hombre que era el director ejecutivo operativo del Estado dominicano; Danilo Medina.

Obviamente, el que era un poquito más popular tuvo que conformarse con la derrota de un voto orgánico cerrado y comprometido con una cultura del estatus político y los méritos partidarios, donde llegaban a aproximadamente 15 mil miembros los peledeístas, distribuidos en alrededor de 600 Comités de Base.

Se escogió en este primer choque de sangre en el PLD para las elecciones del año 2000, al que se lo merecía por su militancia y entrega a su partido (Danilo Medina), en contra de, con quien se podía ganar o por lo menos, competir con mayores oportunidades de quedarse en el gobierno (de Jaime David Fernández), frente al Partido Revolucionario Dominicano (PRD), y el ingeniero Hipólito Mejía Domínguez.

Aunque el tema de los choques por las aspiraciones presidenciales en el PLD se frisaron un poco, ya que la figura de Leonel Fernández por sus buenos gobiernos, le puso un stop a las  intenciones presidenciales de sus compañeros, casi todos por cierto, un poquito con mayor de edad que él.

El liderazgo del joven dirigente político para esa fecha, Leonel Fernández, conjuntamente con su popularidad, se despegó significativamente de las de sus compañeros de organismos; el Comité Central y el Comité el Político.

Y un buen ejemplo lo constituye la contienda interna de los peledeístas para las elecciones de 2004, en éstas se enfrentaron el expresidente Leonel Fernández y su vicepresidente en su primer mandato, 1996-2000, Jaime David Fernández, donde obviamente, no tenía chance de ganarle a Leonel.

Y esa tarea platónica  de  Jaime  David  frente a  Leonel  para  el  2004,  le  pusieron aún  más

distantes las posibilidades de ganar al joven señor, ex vicepresidente, con el apoyo que le dio Danilo Medina al doctor Fernández en esas competencias internas, por cierto, el licenciado Medina no tenía otra opción más conveniente, venía de ser derrotado en el año 2000, y actuó con sentido común y tacto político.

Aunque en el 2008, en una acción un poco rápida y no muy inteligente, Danilo se enfrenta a Leonel, donde éste se encontraba en uno de sus mejores momentos políticos, además, la economía nacional iba en crecimiento con estabilidad en los precios, es decir, viento en popa, y la figura del doctor Fernández se afianzaba en el plano local y el internacional.

Aun así, y Leonel ya con un legado a cuesta de dos gobiernos bien valorados, el señor Medina pensaba que le podía ganar por su supuesto calificativo de que era el líder de las bases peledeístas.

Obviamente, la frustración de Danilo Medina al verse derrotado aplastantemente (70% a un 30%), creyéndose él que podía ganar, solo atinó a decir, «me venció el Estado». Aquí debemos puntualizar, que Leonel Fernández sin un uso desmedido de los recursos públicos aplastó a su ex Secretario de la Presidencia.

Ese enfrentamiento entre Leonel y Danilo del año 2008 demostró que quien era el verdadero líder, el mayoritario en las estructuraras moradas, era el doctor Fernández, no el licenciado Medina, porque ya el PLD se había abierto desde el año 2002, explosionado en el 2004 la cantidad de nuevos peledeístas donde el líder era Leonel, lo que causó, que los miembros duplicaban por mucho más de 100 veces a los dirigentes y cuadros políticos morados.

Ahora llegamos al año 2012, donde comienzan a hacer de todo para que Leonel se reelija otra vez, y él lo deja tranquilo, parecía que le daba permisos a sus acólitos para accionar, hasta llegaron a montarle un acto con 2 millones firmas que apoyaban la repostulación del líder del partido, y en pleno escenario del acto que le hicieron, dijo que no, que esas firmas iban para el PLD, que no iba a optar por un tercer mandato consecutivo.

En ese contexto, se súper animan los ánimos de la corriente danilista y la del propio Danilo Medina, hasta ignoraban que la Primera Dama, Margarita Cedeño de Fernández; casi los triplicaba en popularidad según todas las encuestas del momento (era un 42% a un  15%).

Pero por las presiones internas y apelando a la justeza que no tienen ni han tenido nunca, sus ex compañeros alegaron que Danilo Medina se merecía ser el candidato y sin competencias.

Los dinosaurios del Comité Político, independientemente de que la ex primera Dama estaba en sus derechos y apegada a los Reglamentos del PLD en sus aspiraciones presidenciales, no le valieron de nada, y Leonel cedió a las presiones de «los ex compañeros» del alto organismo morado. Lo demás, también es historia.

En el año 2015 para las elecciones de 2016, con la modificación constitucional legalizada y legitimada por todos los sectores, hasta por los adversarios políticos, lo demás fue pan comido, y aunque se cuestiona cómo trataron de minimizar al presidente del PLD,  estando esas aspiraciones reeleccionistas bien amarradas, el aparente temor al líder y presidente de la organización para esa fecha, no les daba pie a darle un ápice de espacio.

Entonces, llega el segundo choque de sangre divisionista en el PLD, ahora en el 2019 para la elecciones del 2020, aquí no importó que el expresidente Fernández se hubiese posicionado con un trabajo de más de 5 años, donde los últimos 2 fueron intensos y extensos, inimaginables en su resiliencia y crecimiento.

Aun así, «sus amigos», los más distinguidos y favorecidos de ayer cuando Leonel gobernó, «lo derrotaron en 60 días», donde solamente 35 días fueron realmente como precandidato para Gonzalo Castillo, los otros 25 días lo utilizó para los 6 competidores de la misma corriente, algo que solo se puede explicar en cualquier parte del mundo, cuando actúan unas diferencias muy marcadas del dinero y otros aderezos en los medios de comunicación y en la población más humilde, a la cual han llevado a unos altos niveles de clientelismos políticos que se han arraigado; ya son culturales.

De otra forma, es imposible derrotar en tan pocos días al más popular, al que tiene el liderazgo, con un legado, y según la mayoría de las firmas encuestadoras y la percepción generalizada, se distanciaba favorablemente en el posicionamiento electoral de todos sus competidores, y repito, de todos.

Este choque de sangre donde no importaron los méritos ni las jerarquías políticas, mucho menos el prestigio del dirigente, por supuesto, ni la gratitud, para luego caer en el irrespeto con sesgo de patetismo en la miseria humana, desencadenó en lo que muchos venían prediciendo desde hace un buen tiempo, especialmente desde el 2006, o antes de ese año.

Pero aquí debemos destacar, que la salvación de la ruptura del PLD estuvo en las manos de los 6 precandidatos que por no prender en sus aspiraciones, lo denominaron popularmente como «los alitas cortas», sin importar ese epíteto o calificativo negativo, ciertamente, en sus manos estuvo en esta coyuntura decidir la no división de esta institución partidaria.

Si no se dejan humillar, al permitir que su trabajo político intenso, de años en la mayoría de estos aspirantes a la presidencia de la República, poniéndole un precandidato de sopetón, de sorpresa, a última hora, para ver qué pasaba, permitir estos precandidatos que le hagan esa vaina, hay que tener una de dos cosas; baja estima personal y/o, deber favores que sean de temer.

Ahí estuvo el primer error, ahora, contra el ex líder del PLD; No, y de esa forma mucho menos, lo subestimaron, y si «le ganaron», que no fue tan así, ha causado que se parta la sandía en dos mitades, ¿y cuidada eh? El pueblo cree mayoritariamente que engañaron a su líder Leonel Fernández, y se la puede cobrar.

Ahora las perspectivas están un tanto grises en el PLD para seguir controlando el Estado, si es que nos llevamos un poco de lo que pasa en los partidos políticas cuando sus principales líderes se pelean públicamente y dividen el partido estando uno o ambos en el Poder.

En definitiva, veremos, porque lo mejor o lo peor, «a según», no se ha vivido del choque de trenes en el PLD, sin desconocer que lo que se avizora no será lo mejor para esta institución, donde una de las partes cargará con lo peor, ¿cuál será?, diga usted…

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