Por José Núñez.
Caballeros, Danilo Medina, presidente constitucional de la República en su segundo mandato corrido, y Leonel Fernández, expresidente por tres ocasiones, dos de ellas consecutivas, también presidente del partido de gobierno, el de la Liberación Dominicana (PLD), independientemente de sus estatus Premium bien ganados por las posiciones que ocupan y han ocupado, no se lleven mucho de sus amigos, de los seguidores sin compromisos partidarios y algunos lisonjeros coyunturales por intereses.
Los pros y los contras para su partido (el PLD) y el país, son también a su favor o en su contra que van a llegar, además si ustedes dos no tienen «buen juicio» político y social, tal cual dijo el patricio Juan Pablo Duarte en uno de sus consejos a los dominicanos, las consecuencias en las actuales circunstancias entre los peledeístas, muestran finales funestos para el sistema de partido y para la nación si no actúan con su barita mágica; la unidad.
La cruz y el peso de la obra del profesor Juan Bosch hoy más que nunca está en los hombros de ambos, no debe interesar cual sea más o menos culpable del conflicto que se presenta ahora, eso que lo juzgue la historia cuando quizás ustedes ya ni existan, pero hoy el país está en ascuas políticas, los perros se han soltado o los han dejado en libertad, entonces, ya es hora de que «hablen los amos para que éstos se callen», esa es una opción a modo imperativo.
Aunque existen otras alternativas, no tan eficaz como poner un stop sincero a estas irracionalidades, lógicamente, a seguida debe venir el encuentro de los dos principales líderes peledeistas y que muchos creen que algo les queda de Juan Bosch, no el todo obviamente, pero ese «algo que les queda» tiene que pesar más en calidad que el volumen de sus disimiles intereses.
Es que es una realidad insoslayable el reencuentro de los dos principales líderes del PLD, incluso hasta antes que su esperado discurso señor presidente Danilo Medina, el momento apremia para una reunión entre ustedes dos, sí Danilo y Leonel.
Porque miren, así nooo, independientemente de que haya muchos gallitos morados y no tan morados, y por supuesto, los oportunistas sabihondos azuzando, a la hora cero, el compromiso de ustedes dos en cubrirse las espaldas en cualquier circunstancia.
Pero si yerran en el disparo en la actual coyuntura política y social, van a tirar por la borda sus obras de gobiernos y sus legados, sin saber a ciencia cierta las consecuencias de los resultados, en los cuales nadie discute que serían negativos, lo que estaría por verse es las dimensiones de sus alcances indelebles, es decir, que los efectos nefastos no se podrán borrar.
Entonces, como en la actualidad apremia más el encuentro entre Danilo y Leonel, o que el presidente hable al país, que el ponerse a teorizar mucho; «manos a la obra», que si no es «p` lante que vamos», a su organización política le esperan momentos aciagos.
Ojalá puedan leer esto ambas personalidades, centro de este desaguisado nacional, y el o los que se los entreguen, no tienen que decirles quien lo escribió, borren o tachen al autor, porque eso sí que no tiene ninguna importancia.
En fin, la luz en el túnel se debilita, pero existe una pequeña oportunidad aquilatada en su compromiso histórico, el cual hoy está a prueba en capillas ardientes…