Por Roberto Veras.
A medida que pasan los años nos vamos dando cuenta cómo piensan los candidatos políticos antes de ser elegidos, y cómo piensan cuando son elegidos en cualquier cargo público.
Mis amigos políticos se centran, más en conceptos populistas, en lugar de soluciones viables de calidad.
Por lo tanto, este artículo considerará y examinará brevemente, algunos escenarios, dónde solo se hacen promesas y lo grande del caso es, estas promesas nunca se cumplen.
Si bien, el funcionario electo es confiable, y evita la retórica vacía, y hace promesas y prioriza, sirviendo al bien común (no solo a los que votaron por él), entonces sería un buen candidato.
En cambio, si el candidato en la campaña se llenó, con retórica, arrogancia, promesas y culpando a los demás, en lugar de asumir la responsabilidad personal, probablemente estaremos mejor, si los evitamos.
Debes tener presente si durante la campaña, hizo declaraciones, que se centraron en la viabilidad o la realidad, o por el contrario solo muchas promesas vacías, y una retórica populista.
¿A quién atienden los intereses? ¡Examine quién se beneficia con su elección, y si en lugar de unificar, lo que hace es que divide!
Debemos observar siempre el giro político, pues el giro político se usa a menudo para hacer creer a los electores, algo que los beneficia, cuando la realidad puede ser, considerablemente diferente.
El problema de los candidatos es cuando hacen declaraciones populistas, a menudo es similar a poner un curita, en una gran herida.
Los dominicanos solo nos podemos beneficial cuando los líderes buscan soluciones sostenibles, relevantes, responsables y con capacidad de respuesta, en lugar de promesas vacías.
¡Ahora más que nunca, Republica Dominicana necesita el mejor liderazgo! ¡Depende del electorado, hacer algo al respecto!