Por: José Núñez.
Existe un refrán muy antiguo y verdadero que al pasar el tiempo continúa siendo más realista, es algo así como una verdad absoluta, dice; «cuando la fiesta va a ser buena el domingo desde el sábado se comienza a ver el ambiente positivo».
Por supuesto, existen las cizañas, los envidiosos, los obstáculos y muchas personas dispuestas a echarle una pasta de jabón al sancocho con tal de frustrar el triunfo del otro, y si éstas piensan que el éxito ajeno les puede afectar sus intereses, si no tienen la capacidad para obstaculizarlo ellos mismos, hasta pagan para lograr su objetivo.
Eso está pasando con el Proyecto Presidencial Leonel Fernández 2020, el cual en una fecha inusual (muy temprana), ya se observa un crecimiento significativo y unas estructuras que se compactan como si estuviésemos a seis o siete meses de las elecciones nacionales.
Es que los leonelistas en sus diferentes modalidades están tirados a las calles recogiendo firmas, se organizaron en las redes sociales con anterioridad, y Leonel tiene un buen tiempo visitando a dirigentes o cuadros políticos de su organización, donde las últimas dos visitas se han convertido en reales caminatas por la cantidad de personas que han ido a éstas.
Aunque lo verdaderamente llamativo en las tan mencionadas «visitas solidarias», es que se han transformado en caminatas y luego en mítines, y el respaldo que han recibido las mismas por parte de las comunidades donde se han realizado, es realmente impactante.
Todo lo anterior está coadyuvado por un trabajo de equipos en las redes sociales y los medios de comunicación, por los movimientos de apoyo, además del tema de la Ley de Partidos, conjuntamente a la merma en la popularidad del presidente Danilo Medina, la cual estaba en la estratosfera, hoy sigue muy buena, pero es terrenal.
Hasta las disposiciones Ultra petita (más allá de lo solicitado, y «de su competencia») que parecen exclusiva contra Leonel Fernández, de la Junta Central Electoral, que se ha hecho eco de este fenómeno que viene dándose con el expresidente, y aunque algunos dicen que «a la larga estas medidas les van a favorecer», lo cierto es que ya les están favoreciendo, porque todo indica que fue para sacar de las calles al hombre que viene sintonizando con su pueblo.
Lo expresado en los párrafos anteriores está provocando el resurgimiento de la figura del expresidente Fernández, el cual prende con relativa facilidad por su legado de tres buenas gestiones de gobierno, y lo viene logrando con un ímpetu impresionante.
La mejor prueba de todo lo dicho anteriormente, es que la competencia interna o mejor dicho, la potencial competencia interna, no sabe cómo arrancar.
Mientras que la oposición externa, que no tiene un discurso articulado, se mueve empujada por otros y en un ambiente del «Mundo del Cangrejo en un recipiente», son elementos que juntos a lo más de un millón de firmas endosadas prematuramente a las aspiraciones presidenciales de Leonel Fernández, tiene a los contrarios de ambos lados con los pelos de puntas y una diarrea prematura, literalmente hablando.
Es una precandidatura cargada de propuestas novedosas tipo RD-2044, que es un proyecto de construcciones físicas estratégicas en pro del desarrollo nacional en cada una de las provincias del país, hay una carpeta de soluciones para la educación a todos los niveles, seguir afianzando la institucionalidad con el amparo de las leyes adjetivas y la sustantiva; la ley de leyes, la Constitución. También hay ideas novedosas para seguir modernizando la productividad agropecuaria.
Entonces, por tantos comentarios que surgen y un partido que inexplicablemente, inentendible, muchos de sus cuadros fundamentales e históricos, inclusive algunos sectores del Poder, se delatan, no saben disimular que no les es cómodo el afianzamiento tan temprano que vienen logrando las aspiraciones presidenciales del doctor Fernández.
Un hombre que fue criticado por todos los flancos; de frente, por los lados, en las alturas y en la periferia, inclusive, con un plan bien orquestado, hasta pretendieron «hacer su voz irrelevante» y también, «hacerlo añicos en el escenario político nacional».
Además, intentaron resquebrajar la moral del presidente y líder del PLD utilizando todos los mecanismos posibles de las malas artes políticas, pero como siempre, la verdad tarde o temprano sale a relucir, y la luz abre su espacio en la oscuridad.
Si a pesar de las injusticias y calumnias del pasado reciente, la gente se coge con este líder tan carismático y su popularidad sigue creciendo en la población y en las bases moradas, el fenómeno electoral con Leonel y el PLD es un hecho.
Pero eso sí, atención, mucho ojo, cualquier intento de obstaculizar este proyecto, no sería más que el principio del fin en la era morada de los gobiernos peledeístas.
En definitiva, primero, el presidente Danilo Medina, después el expresidente Leonel Fernández, el pandero está en sus manos…, y el país observa.