Luis Bergés advierte a las familias establecer mayores controles de protección
SANTO DOMINGO.- El psicólogo Luis Bergés consideró que la conducta exhibida por el profesor John Kelly Martínez, de 35 años, es un comportamiento típico de los sicópatas y llamó a la sociedad a proteger la familia con mayores niveles de control, sobre todo en el caso de los menores de edad.
Destacó que la sociedad dominicana ha tocado fondo con estos abusos y un sinnúmero de violencias que han salido a la luz en los últimos tiempos, y que en el caso de la adolescente Esmeralda Richiez ha sido un golpe muy fuerte no solo para su familia sino para la población que ha sido impactada en sentido general por tratarse de un educador.
Entrevistado en el programa Fuera de Record que produce el periodista Elvis Lima por En Televisión, Bergés dijo que por más desarrollo y cuerpo atractivo que pudiera tener la víctima se trata de una niña, lo que la hizo más vulnerable y el profesor en lugar de cumplir su rol de protegerla actuó como un depredador.
“Esto es algo muy deplorable, un espejo en el que debe verse todo padre y madre de República Dominicana, ante este problema que ya tiene varias dimensiones”, manifestó.
Detalló que la actitud abusiva del profesor pone a pensar en lo que son los perfiles de gente que anda por ahí con una doble fachada, por un lado están revestido con una imagen social, aceptable, pero cuando tienen la oportunidad aprovechan para explotar la ingenuidad de un ser que no tiene la manera de defenderse, como fue el caso de Esmeralda.
Explicó que este hecho tiene un impacto psicosocial que amenaza la confianza y la seguridad de las personas, no solo de las adolescentes sino también de los padres y de los mismos docentes que se sienten avergonzados.
“Ahora se cuestiona la credibilidad de muchas personas que son incapaces de hacer algo parecido a lo que fue el aprovechamiento y la explotación del cuerpo de una niña”, expresó.
Recomendó a los padres de Esmeralda aceptar ayuda profesional, psicológica, porque se trata de uno de los duelos más difíciles de hacer, por la ida a destiempo de su hija, por la forma en que murió y las interrogantes de las metas que pudo haber logrado de seguir con vida.