Por: José Núñez
El tema de la reelección está sobre el tapete, y tiene una base lógica, ya que si ayer –en el 2015- se hizo lo indecible para que se modificara la Constitución, por qué no hacerlo hoy.
Aunque evidentemente ahora todo es, al contrario, es decir, adverso, exceptuando la popularidad del presidente que está bien, pero por cómo viene bajando, se convierte inclusive en un factor preocupante para una imposición de esa envergadura, como es el retorcimiento del orden constitucional para una reelección.
Entonces, el asunto de la reelección en un país reeleccionista en todas sus dependencias, con el aderezo de que somos una nación presidencialista, y que, por lógica elemental, el mandatario no debe decir por ahora que no se vuelve a postular, lo cual provoca que la situación pique y se extienda.
Ahora vamos a presentar las dificultades que tendría de frente los intentos de una nueva reelección, independientemente del criterio errado que muchos tienen con los que controlan el erario, dicen, “el poder lo puede todo”, pero también hay que agregarle en oposición a ese razonamiento, que las coyunturas políticas también ejercen sus fuerzas en este mercado.
Y como en el país existe tantas bullas, por ejemplo, con el tema congresual de las primarias abiertas o cerradas en los partidos políticos, el espinoso caso Odebrecht en la justicia, las últimas tendencias económicas en los incrementos de precios de los combustibles, el desempleo que no encuentran un stop, especialmente en los segmentos más jóvenes, y la delincuencia avasallante…
Pero a pesar de todo esto, hoy el tema de las primarias se ve como un punto central de la posible reelección del licenciado Danilo Medina, y a pesar de que esto no es así, si éstas se aprueban con el método cerradas, es una derrota y sin son abiertas, el bullicio reeleccionista se va a intensificar independientemente de que el mandatario juró por Dios cuando fue proclamado por su partido que no volvería a aspirar. Las condiciones no están dadas para algo que genera tantas fricciones internas en el PLD y en la sociedad dominicana.
Aunque el escollo principal está en el Congreso Nacional, ya que la oposición encabezada por el Partido Revolucionario Moderno luce muy firme con sus legisladores, y además, en el Partido de la Liberación Dominicano existe una cantidad importante de éstos opuestos a que se modifique la Constitución nuevamente para otra reelección del presidente Medina.
También se puede observar a un mandatario, que ciertamente no se ve con posiciones reeleccionistas, aunque si se pude palpar entre sus acólitos, que mientras más noveles y con los cargos más encumbrados, más intensas es su oposición a la candidatura natural del PLD, la que sube como un zepelín en la popularidad de la población.
Mientras todo lo contrario sucede entre las personas que no están politizadas, ya que independientemente de la valoración positiva que muchos hacen a las gestiones de gobierno del licenciado Danilo Medina, apoyan las pretensiones presidenciales que obviamente se delatan en Leonel Fernández, el cual luce decidido a echar el pleito electoral por sus aspiraciones presidenciales para el año 2020.
Por lo tanto, como la candidatura de Leonel Fernández se mueve con firmeza y potencialidades renovadas, inclusive, ya las encuestas de prestigio comenzaron a dar la voz de alarma, eso también en un fenómeno que tiende a desincentivar los planes reeleccionistas de algunos que están enquistados en el poder y de los demás aspirantes que no prenden.
En definitiva, Danilo Medina que es un estratega experimentado, con un panorama medio enredado y una sociedad civil, los empresarios, muchas iglesias, además de la oposición del partido opositor mayoritario -el PRM-, y la interna de su propio PLD a otra reelección presidencial, ponen la coyuntura favorable para Leonel en el 2020.
En otras palabras, la reelección presidencial esta vez no la tiene en bandejas…, luce un proyecto nefasto, en ese sentido, lo lógico y natural de una organización política con sobrada vocación de poder como es el PLD, es apoyar la candidatura que está habilitada legalmente y es la más sólida.