Por José Núñez.
Señores, el aspirante presidencial de los tres que tienen oportunidad a salir airoso para las próximas elecciones generales del 17 de mayo, que son en orden de preferencias hasta ahora, al decir de la gran mayoría de las encuestas; Luis Abinader, Leonel Fernández y Gonzalo Castillo, el que entre éstos no esté al finalizar el mes de febrero con un mínimo de 30% en su popularidad, que no sueñe con ser un ganador en la primera vuelta electoral.
Así es que andan las cosas entre los partidos Revolucionario Moderno (PRM), Fuerza del Pueblo (FP) y el de la Liberación Dominicana (PLD), donde todos conocemos que el licenciado Abinader está encabezando las simpatías del electorado con unos promedios que generalmente oscilan del 40 al 42%.
En ese contexto, el doctor Leonel Fernández de una manera sorprende aparece casi siempre en segundo lugar con unas puntuaciones que se mueven desde el 28 al 33%, y el flamante candidato del oficialismo, el licenciado Gonzalo Castillo, sus números son los que están casi siempre en tercer lugar, los cuales se mueven del 18 al 23%.
Estos números de popularidad entre los tres principales candidatos que se potencializan que uno de ellos será el ganador, ha provocado que la mayoría de los analistas políticos y no políticos ya comiencen a predecir, que una segunda vuelta electoral es inevitable, mientras que por el lado del PRM, muchos entienden, que su victoria electoral está a un paso; en el escenario de la primera vuelta.
En el caso del expresidente Fernández, sus números de aceptación lucen muy buenos para un aspirante que ha pasado mucho tiempo de conflictos en conflictos, y con un nuevo partido, con sus situaciones siendo muy atacadas en los tribunales y en la propia Junta Central Electoral, de las cuales ha salido victorioso en todas.
Lo expuesto anteriormente ha hecho que se generalice la idea, que de salir ileso de estas cuestiones y cuestionamientos legales, todo luce indicar con el candidato del partido FP conjuntamente con sus aliados, que les pueden suceder muchas cosas positivas, incluso, hasta lo podrían llevar al solio presidencial, lo que no sorprendería a nadie, porque él, Leonel, es un verdadero titán de la política.
Con el caso de Gonzalo, que obtuvo una victoria muy cerrada y cuestionada, pero que ya está legalizada, aunque no legitimada, es decir, no aceptada como limpia o que no fue en buena lis, según su principal adversario interno e instituciones de la sociedad civil.
Esto de una victoria cuestionada, sin lugar a dudas, ha sido una de las causas que hacen lucir a este novel político estancado, y surge la pregunta, ¿pero cómo un candidato que derrota al más sólido de los líderes nacionales no se dispara o por lo menos se posiciona con buenos números frente a sus electores?
También están cuestionando mucho a Gonzalo Castillo por sus flojos planteamientos y su muy mal desenvolvimiento en las pocas entrevistas que le han hecho, incluso, las mismas han sido realizadas por comunicadores y periodistas de su propio entorno o por amigo del PLD, o sea, le hacen las preguntas en «madejas de plata», muy cómodas e ingenuas, aviesamente.
Y todo esto lo que ha hecho es expandir el rumor y las curiosidades sobre éste presidenciable, porque ahora el candidato del oficialismo, literalmente, se puede decir, que le está corriendo a las entrevistas con quien o quienes sean.
Es que ya no se ve dejándose entrevistar ni de los que lo apoyan, imagínese que caiga en las garras de unos de estos imparciales o de otros tantos parcializados y rabiosos con el danilismo, porque entonces, de ser ciertas sus debilidades en el conocimiento de muchos de los principales temas nacionales, se lo comen vivo, sale de la competencia por el poder, pero si son falsos estos cuestionamientos, la oposición que recoja.
Por lo tanto, ahí están descritas a grandes rasgos las situaciones de estos tres caballeros de la política nacional, las cuales, si se dan como parece, es decir, que con Luis Abinader no hay dudas de que está y estará en la competencia real con posibilidades de ganar, ya sea para irse en una primera vuelta o ser unos de los dos que queden para una segunda ronda electoral, y esto último, nadie lo discute, todo lo contrario, la gran mayoría lo ratifica con mucha firmeza.
Leonel Fernández, que si el Tribunal Constitucional le da luz verde, y con su capacidad de resiliencia que ya está más que demostrada, se puede apostar «peso a morocota» sin temor a perder, que se posiciona cimero como en sus mejores tiempos en las preferencias del electorado dominicano.
Con Gonzalo Castillo, independientemente de que el apoyo logístico que tiene detrás parezca infinito, ilimitado, inagotable, pero ahora en esta etapa, tiene que caminar solo a nivel de su personalidad, y demostrarle al electorado, ¿qué tipo de «Penco» es?; si el que se dice regionalmente en el sur del país, o el que conceptualmente está definido en la Real Academia Española (RAE).
Aunque definitivamente, estos tres candidatos presidenciales (Luis, Leonel y Gonzalo), cada cual con sus oportunidades, fortalezas y debilidades, el que no supere o por lo menos llegue al umbral del 30% en la popularidad concluido el mes de febrero, que se prepare para servir de bisagra; él y su partido, pero que ni sueñen que pueden llegar a la Primera Magistratura, porque hasta ir a la segunda vuelta electoral le sería muy tortuoso; bastante difícil.
