Por Josefina Fernández
Mientras el mundo está atento a las elecciones de Estados Unidos, algunos miramos hacia Puerto Rico, una hermosa isla con mucho que ofrecer y llena de buenas personas, cuya capital se encuentra a 50 minutos por vía aérea de Santo Domingo, capital de la República Dominicana.
La carrera para la gobernación de la Isla del Encanto, según las encuestas, está liderada por Jenniffer González, la candidata del PNP, que cuenta con una enorme estructura política y más recursos económicos para motivar a sus votantes. Además, es la representante sin voto de los boricuas en la Cámara de Representantes de EE. UU. y tiene más de dos décadas de experiencia en el ruedo político.
Sin embargo, su ventaja sobre Juan Dalmau en las encuestas no supera los dedos de una mano, lo que indica que cualquier error podría costarle la gobernación, ya que enfrenta a un experimentado político y abogado graduado de la Universidad de Harvard, que lidera una alianza entre el Partido Independentista Puertorriqueño y el Movimiento Victoria Ciudadana.
Por primera vez, desde que se realizan elecciones para elegir al gobernador, un candidato pro independencia tiene tantas posibilidades de triunfo. Por lo cerrada que esta la contienda cualquier cosa puede pasar.
En relación a la alcaldía de San Juan, todo indica que el 5 de noviembre será reelecto Miguel Romero, del PNP, quien en todas las encuestas sobrepasa el 40% de la intención de votos de los electores de San Juan, con más de 10 puntos de ventaja sobre Manuel Natal, candidato del MVC, que en ninguna de las mediciones ha superado el 30%.
Para la Asamblea de San Juan, el actual asambleísta de origen dominicano, Carlos Acevedo, tiene amplias posibilidades de repetir en su cargo por el excelente trabajo que ha realizado en su distrito. Acevedo, un asambleísta trabajador, solidario y con una gran vocación de servicio, es reconocido por su honestidad y por sus propuestas de desarrollo económico y seguridad en la ciudad de San Juan.
Carlos Acevedo promueve a San Juan como un destino turístico único en el Caribe y tiene una visión a favor de mejores relaciones entre San Juan y Washington.
Como extranjera que soy, no me parece correcto escribir en contra de ningún candidato, y solo me queda la opción de pedir a Dios que bendiga al hermano país de Puerto Rico. Espero que este próximo martes, 5 de noviembre, la Isla del Encanto tenga unas elecciones sin traumas y que el día 6 de noviembre los puertorriqueños amanezcan más unidos y más felices que antes.