Por José Núñez.
Nadie, absolutamente nadie pone en dudas los sentimientos de identificación entre Leonel Fernández y su pueblo, entre este titán y su gente, es que ya se ha evidenciado con características de continuidad, ha sido una constante, con sus altas y sus bajas, la capacidad de identificarse mutuamente este líder político con la población y viceversa.
Lo expuesto en el párrafo anterior queda certificado ante los críticos sin fundamentos y llenos de prejuicios, también frente a los que hacen como los monos, que «bailan por la plata», porque la popularidad y el carisma de Leonel han quedado no una ni dos veces, sino en tres ocasiones (1996, 2004 y el 2008) bien ratificados por el pueblo dominicano.
En ese tenor, la prueba más contundente, creíble, comprobable y ratificadora, la consumó nueva vez, por cuarta ocasión, el día 6 de octubre del presente año, pero no sin antes haber realizado una intensa y extensa campaña proselitista en cada municipio de todo el territorio nacional y fuera del país donde residen más dominicanos.
En todo ese perenne proselitismo, compartiendo ideas con la gente de los diversos extractos sociales, con todos los sectores y los dirigentes comunitarios y, obviamente de la organización que presidía, le hicieron levantarse «tal cual el ave fénix», lo que llevó a muchos a ratificar por un convencimiento comprobado, que ciertamente, Leonel es un líder carismático con muy buena popularidad.
Ahora en este nuevo escenario, aunque viene ligado desde las mismas entrañas de la organización política de la que él fue uno de los fundadores y su presidente, desde el mes de enero del año 2002 hasta el día de su renuncia, el 20 de octubre de este año, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), de donde salió después de un reciente apoyo electoral muy bueno (casi del 50%), pese a las diferentes adversidades internas y externas que tuvo que enfrentar, a la par de una competencia muy desigual en cuanto a la logística y el dinero que había en su contra.
Aun así, los números que Leonel marcó, «a pesar de los pesares», fueron para quitarse el sombrero frente a este fenómeno de popularidad y liderazgo nacional.
De ahí es que, mayoritariamente la gente lo ve como una víctima y según pasan los días, este sentimiento sigue creciendo y creciendo, ya que lo que se viene observando a nivel local e
internacional, es que en los procesos de votaciones se puede dar de todo y algo más, son cosas que están muy de modas electoralmente hablando; y repito, tanto a nivel local como internacional.
Y una evidencia de lo dicho en el párrafo anterior, lo constituye el informe formal que presentó la prestigiosa ONG Participación Ciudadana, donde expone con «pelos y señales», que se compraron más del 30% de los votos en las Elecciones Primarias Abiertas del PLD para favorecer al candidato oficialista Gonzalo Castillo. También, lo acontecido en Bolivia recientemente nos dice, que el tema de los algoritmos en los conteos de los votos electrónicos para favorecer a alguien no es un asunto descabellado.
En este contexto, el propio presidente de la Junta Central Electoral (JCE), el doctor Julio César Castaño Guzmán, dijo recientemente que en las Elecciones Primarias Abiertas se cometieron algunas irregularidades, las cuales se deben corregirse en una próxima oportunidad, y la describió como; la compra de cédulas, el comenzar el conteo de los votos sin antes cerrar todos los centros de votaciones y el tiempo que se prolongaron esas votaciones en varios lugares apartados del país.
Aquí solamente resta preguntarse, ¿y si el presidente de la JCE hubiese admitido responsablemente esas situaciones inmediatamente pasaron las primarias?
Entonces, con Leonel visto por la gran mayoría del pueblo como la víctima del proceso en las Elecciones Primarias del PLD, además con los ataques despiadados excluidos desde el que fuera ayer su mayor y gran crítico como adversario externo, hoy es su aliado a nivel municipal y congresual (en 24 provincias) en la mayor parte de los municipios del país, nos referimos al Partido Revolucionario Moderno en conjunto con un grupo de partidos, son realidades que favorecen al expresidente.
También, estando el doctor Fernández en las calles, es evidente que hay que esperar varios días para saber hasta dónde llegará su popularidad en este nuevo contexto político local.
Es que lógicamente, casi naturalmente, con un Leonel trabajando día por día en los diferentes municipios con todos los sectores y personalidades, donde los ataques más feroces vendrán desde algunos de su ex partido, y quienes los harán fueron todos sin excepción, de una forma u otra, bien tratados y distinguidos por el expresidente Fernández cuando él gobernaba, les deben el buen trato y la distinción, es decir, que esas críticas se caerán por su propio peso, y tendrán el perfil de convertirse en un efecto bumerán.
Por lo expuesto anteriormente, es seguro, que el León con su nuevo partido la Fuerza del Pueblo (FP) y la flor de cayena que lo simboliza como el resultado de la fusión con el PTD, además del apoyo de cinco organizaciones políticas más (el PRSC, el BIS, la FNP, el PUN y el PQDC) que lo llevan como candidato oficial, el hombre vuelve por su fuero.
Repetimos el coro, y anótenlo, ojo con la empatía entre Leonel y la población, ella está ahí y también, renovada mutuamente (la empatía).
Este caballero de la política nacional e internacional, ahora con un nuevo estilo y renovado, puede encampanarse, lo cual no sería ninguna sorpresa para nadie, especialmente cuando nos esperan tiempos de vacas flacas en las economías.
Y es un imperativo seguir reordenando nuestra casa con visión; el país, por lo que se requerirán manos diestras y comprometidas con una causa, y ahí, todos saben quién o quiénes llevan el empuje por sus experiencias con buenos resultados.
En fin, como casi siempre, el pueblo tiene la última palabra.