SANTO DOMINGO.- El presidente de la Fundación Preparación para la Asistencia de Jóvenes con Discapacidad (Fupajudi), Luis Méndez Sánchez, deploró que en pleno siglo XXI todavía en República Dominicana los discapacitados con capacidad productiva se vean limitados por la discriminación para fines laborales.
Entiende que en la misma población en sentido general se ignora lo que puede hacer un discapacitado preparado en cualquier área técnica o profesional, lo cual cohíbe a muchos jóvenes a entrar a la fuerza laboral del país.
Al participar en el programa República de la Verdad, que se transmite por RNN, Méndez Sánchez abogó por medidas de equidad que ayude a los discapacitados a salir adelante y emprender senderos de prosperidad como cualquier otra persona desea.
Lamentó que aun la propia familia es el primer obstáculo que tienen que enfrentar los discapacitados porque no quieren que los demás sepan que tienen un pariente en esa condición, no les permiten estudiar para capacitarse en determinada área y desarrollarse.
“Una familia con un discapacitado, no la deja ver, no quiere que estudie, tampoco que trabaje, porque si está en esa condición entienden que no debe trabajar, por ahí comienza la limitación”, dijo el educador.
Méndez Sánchez instó a las nuevas autoridades a establecer políticas a favor de los discapacitados, considerando que si estos no se preparan y se les permite que se desarrollen se convierten en una carga social, tanto para la familia como para el propio Estado.
Afirmó que la misma Constitución establece que debe haber igualdad de derechos para todos los ciudadanos, sin embargo, entiende que a los discapacitados le son violentados sus derechos frecuentemente cada vez que se le cierran las puertas para aprovechar oportunidades que se les presentan por el simple hecho de tener alguna limitación física.
Aclaró que los discapacitados no piden una política de asistencialismo, sino que se les permita desarrollarse en igualdad de condiciones con quienes Dios les ha permitido tener plenas facultades físicas, pero que puede darse el caso que carezcan de la habilidad mental de muchos de los discapacitados.
Destacó que la República Dominicana es signataria de acuerdos con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización de Estados Americanos (OEA), entre otros organismos internacionales, sin embargo, estos convenios hasta el momento no han contribuido a mejorar la calidad de vida de los discapacitados, sino que esto se ha manejado políticamente para intercambiar ayuda por votos en períodos electorales.
Explicó que desde la fundación que preside trabaja para elevar la autoestima de los discapacitados, entrenarlos en distintas áreas para insertarlos en la vida laboral, instruirlos cómo desempeñarse en una empresa.
Por otro lado, Méndez Sánchez dijo que desde el plano político también creó el Movimiento Relámpago, con el objetivo de apalear un poco la situación deprimente que viven los discapacitados.
Reveló que ese movimiento a nivel nacional hizo un gran trabajo político a favor del Partido Revolucionario Moderno (PRM), desde el cual sensibilizó a los familiares de los discapacitados para que estos pudieran votar, logrando una alta participación.
“Este movimiento tiene un plan basado en tres ejes básicos: primero la accesibilidad, para poder llegar a los distintos lugares, sean centros de estudios, trabajos, y otros; lo segundo es que hayan estadísticas que especifiquen cuántos discapacitados hay en el país y el tipo de limitación que tienen; y tercero que se respeten los derechos de las personas con discapacidad”, argumentó.
Llama a las nuevas autoridades a darle la oportunidad de llevar a cabo su proyecto a favor de más de un millón 200 mil discapacitados que hay en el país y que merecen una mejor calidad de vida, para lo cual es importante el apoyo del Estado.