Por Orlando Pimentel.
Por lo que vi hoy al mediodía tengo el temor de que Los Mina se convierta en el barrio mas afectado por el coronavirus a nivel nacional y que el Mercado de Los Mina sea el epicentro de la pandemia en Santo Domingo Este
Motivado por una publicación en facebook del eminente regidor Danilo Mesa decidí ponerme guantes, mascarilla y recorrer Los Mina Centro sin salir del vehículo. Para mi sorpresa la gente circulaba en las calles en mayor proporción que otro domingo al medio día
Mientras trataba de encender el vehículo observe a la vecina Juana saliendo de su casa con una mascarilla y al encontrarse con una pareja que venía de frente se saludaron y las tres personas bajaron sus mascarillas por debajo de cada barbilla y charlaron por varios minutos donde cada uno tenía la boca descubierta.
Al llegar a Los Mina Centro observé mucha gente circulando con mascarilla, pero cuando hacían contacto social se la quitaban.
En un colmado que venden vegetales y carnes las mujeres se aglomeraban con el barbijo en el cuello o la cabeza y al salir del colmado se lo ponían de nuevo en la boca.
En una esquina vi dos personas charlando y una de ella se quito la mascarilla para decirle a otra un secreto, mientras el receptor hacía lo mismo con su barbijo.
En la Juan Pablo Duarte con Rosa Duarte me sorprendí con decenas de jóvenes hablando boca a boca, mientras elaboraban cometa para ser volada después del toque de queda, los mismo observe en la Trina con Fray Bernardo.
Al pasar por el Mercado de Los Mina noté que este Domingo de Ramos parecía la víspera de Navidad donde las personas se aglomeran en esa plaza comercial como si estuvieran regalando tarjetas de solidaridad.
La falta de higiene que vi era tan Brutal que ni siquiera Dante la podría describir en su ´´Divina Comedia´´
En las esquinas se notaba la huella de una ausencia de autoridad municipal que controle los desechos sólidos y la circulación se veía multiplicada con relación a días normales.
Quise bajar del vehículo y preguntarles a los ciudadanos sobre esa masiva circulación, pero no me atreví por temor a violar aun más el mandato de quedarme en mi casa y por eso decidí quedarme en el carro, sin hacer contacto social y desde la sala de mi casa compartir la experiencia del Domingo de Ramos en tiempo de coronavirus
