Por Orlando Pimentel
Santo Domingo. –Con motivo de su cumpleaños número 88, el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez fue honrado con una Eucaristía presidida por Monseñor Jesús Castro Obispo de la diócesis de Higüey, y concelebrada por Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, Obispo emérito de Santiago, en la que se reunieron autoridades religiosas, familiares y figuras públicas para rendir homenaje a su vida y trayectoria.
La ceremonia contó con la presencia de los sacerdotes P. Manuel Ruiz, Catalino Tejada, P. Wilfredo Montaño, cariñosamente el padre de la alegría y el P. Alejandro Cabrera.
Entre los invitados especiales se destacó la presencia de la ex primera dama Margarita Cedeño, junto al Sr. Leonardo Vargas y la Sra. Norma de Vargas, quienes, junto a otras personalidades, compartieron este emotivo momento.
Monseñor Jesús Castro
Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio
Al finalizar la misa, el cardenal fue sorprendido con una serenata a cargo de un grupo de mariachis, un gesto que llenó de alegría y emoción la celebración.
López Rodríguez, nacido el 31 de octubre de 1936 en Barranca, Juan Rodríguez, en la provincia de La Vega, ha sido una figura clave en la Iglesia Católica y en la vida espiritual del país. Sus estudios de filosofía y teología comenzaron en el Seminario Pontificio Santo Tomás de Aquino en Santo Domingo, y más adelante continuaron en Roma, donde obtuvo un doctorado en Ciencias Sociales en la Pontificia Universidad de Santo Tomás y la Pontificia Universidad Gregoriana.
Fue ordenado sacerdote el 18 de marzo de 1961 y trabajó en su natal diócesis de La Vega antes de regresar a Roma para profundizar sus estudios. Durante su trayectoria, desempeñó diversos roles pastorales y de liderazgo, siendo nombrado Obispo de San Francisco de Macorís en 1978 por el papa Pablo VI, y luego trasladado a la Sede Metropolitana y Primada de América en 1981 por el papa Juan Pablo II.
López Rodríguez también fue rector de la Universidad Católica Nordestana y Gran Canciller de la Universidad Católica de Santo Domingo, además de servir como Ordinario Militar de la República Dominicana. Su influencia en la región se consolidó como presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y como presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano en dos períodos (1984-2002 y 2008-2014).
Creado cardenal en 1991 por el papa Juan Pablo II, su papel en la Iglesia Católica trascendió fronteras, participando en importantes asambleas y en los cónclaves de 2005 y 2013, en los que se eligieron a los papas Benedicto XVI y Francisco, respectivamente.
El homenaje y la celebración de su 88.º aniversario marcan una ocasión especial para reconocer su vasta trayectoria de servicio y compromiso con la fe y la comunidad dominicana.
