CRISTINA LIZARDO: La Dama que cabalga sin mayores obstáculos para seguir en el Senado

Por José Núñez.                            

La provincia Santo Domingo es sin lugar a dudas en el país, la que posee la mayor diversidad y diferenciación entre los sectores que la integran, lo cual viene causado por la conformación del área geográfica que abarca. Por sus características y dispersión, es muy accidentada, y esta situación es tan así, que hay mucha gente que no tienen ni idea que pertenecen a esta ciudad conformada formalmente partir del año 2002.

Y ni decir de sus diferentes barrios y sectores, porque por ejemplo, una persona que resida en Herrera o en Los Alcarrizos, no se considera nunca parte del sector de Sabana Perdida o de Los Mina, mucho menos de la Zona Norte o la  Oriental. Tampoco se puede pensar, que un miembro original del Ensanche Ozama o que viva en Alma Rosa en Santo Domingo Este, se cree de la misma provincia que uno de otra Circunscripción.

Es decir, que una provincia como la de Santo Domingo, que tiene en sus extremos a Boca Chica y luego termina en Pedro Brand, Los Alcarrizos…, donde incluye entre sus áreas geográficas a Villa Mella y a Herrera, imagínense que pan demonio, tanto en su voluminosa población sobre los tres millones de habitantes, y un millón seis cientos sesenta y dos mil votantes aproximadamente, la más grande del país, como en el dislocamiento del terreno y la imposibilidad de que sean sectores integrados para luchar por las mismas causas.

Obviamente que con estos dislocamientos territoriales, los intereses y necesidades entre las comunidades tienen que ser necesariamente diferentes en las prioridades, lo cual también viene abonado por las desigualdades en los niveles económicos de los sectores.

En ese mismo panorama, resulta tan difícil, por no decir casi imposible, que una candidatura se compacte y pueda prender en la mayoría de sus sectores en tiempos y espacios relativamente cortos o de mediano plazo; por todo esto, estas aspiraciones para una curul en el Senado por esta provincia, se convierten en una odisea, y muy costosa por demás.

En esa tesitura, y por coyunturas que se presentaron en el pasado, cuando la licenciada Cristina Lizardo accede a la senaduría por primera vez para el período (2006-2010), desplazando de la misma al primer senador que tuvo la provincia Santo Domingo, al ingeniero Tunti Rutinel Domínguez (del 2002-2006), donde después de eso ha llovido mucho.

Cristina volvió a ganar para los períodos 2010-2016 y 2016-2020; ahora bien, sin estar llenos de pasiones y como se han dado las negociaciones en este peculiar y tan negociado proceso electoral en cuanto a los acuerdos políticos para las elecciones del año 2020, al no manejarse la situación con la inteligencia política electoral adecuada por los opositores al PLD y a la propia senadora Lizardo, todo le ha resultado a ella más favorable que desfavorable para potencializarse en continuar en el cargo electivo.

La licenciado Lizardo se ha ido afianzado lentamente pero sin pausas desde el año 2006 hasta

la fecha en esta curul senatorial, un cargo electivo muy complejo para alcanzarlo, y hoy por hoy, en esta provincia aparecen muy pocas figuras políticas y no políticas, que para enfrentarla a ella y al PLD, si no van unidos en una negociación sincera de partidos, todos, pero todos, morderían la derrota y sus aspiraciones pasarían a ser eso mismo, aspiraciones, sueños platónicos, nunca concretizaciones.

A la senadora y a su partido se le gana si se unen las fuerzas opositoras principales y seleccionan al oponente ideal, porque si van fragmentadas, que ni sueñen y, máximamente con el  PLD en el poder; por lo tanto, la señora Lizardo, con casi tres períodos consecutivos consumados, uno de los cuales fue por seis (6) años, entonces, todo luce indicar, que se encaminan a su casi segura cuarta gestión para completar o ampliar un nuevo récord de 18 años con esa curul senatorial escogida por el voto popular.

Se puede desde ya decir, que su nombre ha hecho historia en la provincia Santo Domingo, y que su récord va a permanecer por tiempo inmemoriales, porque si todo sigue como va o aparenta ir, ese afianzamiento senatorial tan longevo seguirá rompiendo sus propios récords, y la decente senadora seguiría ahí en su curul por días, semanas, meses y años ininterrumpidos.

«Al que Dios se lo dio, San Pedro se lo bendiga», y si antes de, ese premio o reconocimiento vino precedido de un trabajo político constante, disciplinado y con mucho sacrificios personales, pues, bendiciones para la calmada, calculadora, astuta e inteligente senadora de la provincia más grande del país; Cristina Lizardo Mezquita.

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