Por Orlando Pimentel .
Hace una semana acompañe a Luis Henríquez en un recorrido por distintos sectores de la circunscripción electoral numero uno y confieso que me sorprendió la manera que utilizaban los residentes de esos barrios para identificar al diputado más productivo de esta nueva generación de jóvenes legisladores.
Mujeres, niños y adultos gritaban eufóricos «El de siempre», mientras saludaban con agrado al joven diputado.
La identificación de Luis Henríquez con un apodo tan significativo indica que la gente lo percibe con la misma humildad de siempre y que el ascenso político no le ha subido los humos a la cabeza.
No sé quien fue el ideólogo de identificar al asistente de quien fuera el alcalde más popular del país como “EL DE SIEMPRE”, lo que sí puedo afirmar que esa frase con la que definen a Luis Henríquez se ha convertido en un fenómeno de Marketing en Santo Domingo Este.
“El de siempre” ha quedado sellado en el corazón de la gente como una marca indeleble.
Objetivamente Luis Henríquez es un ser humano con virtudes y defectos que no pueden ignorarse, pero sí lo ponemos en una balanza con todos los congresistas surgido a partir del 2016, no hay dudas de que el de siempre no es segundo de nadie.