Por José Núñez.
El doctor Leonel Fernández Reyna, en la actual coyuntura electoral, nacional e internacional, es la garantía de la unidad no solamente en su Partido, sino en todo el sistema de las organizaciones políticas del país, y también representa o garantiza esa misma certeza de la citada garantía para afianzar la unidad nacional.
Lo expuesto en el párrafo anterior lo vamos a describir después de hacer algunas señalizaciones del significado real de la palabra garantía y del por qué Leonel es en estos momentos el representante político más idóneo para retomar la antorcha del Poder a partir del 2020.
Es que la palabra garantía no es más que el efecto de afianzar lo logrado, asegurar y protegernos contra los riesgos o necesidades, sentirse seguro o certero con quien guía o aspira guiar el barco, el hombre comprometido, es decir, es el garantista de la meta principal, en este caso y esta coyuntura, de un país para todos y de todos.
Leonel le ha evidenciado a todo el país con hechos tangibles y recientes, su efectividad de afianzar lo estipulado en tener una nación que avance en favor de su progreso. Éste caballero nos ha dado más que pruebas fehacientes de su confiabilidad como gobernante.
Su legado es una fianza, una prenda que muy pocos países pueden mostrar en algunos de sus líderes en estos momentos de turbulencias sociales y económicas en que viven hoy muchas naciones.
Leonel es un exmandatario que nos asegura y nos da protección contra los potenciales riesgos y necesidades que deben encarar los gobernantes en sus respectivos países.
Él posee vastas experiencias positivas donde ha sabido sortear, recuperar, apuntalar y preservar situaciones delicadas y difíciles que heredó cuando le ha correspondido estar al frente del Estado, especialmente en los desafíos de su primer mandato (1996-2000), y en el caos económico que encontró en su segunda experiencia, años 2004 y el 2005.
En otras palabras, el doctor Fernández nos da la seguridad y la certeza de que gobernando la Nación, van a existir garantías de que las complicaciones se van a enfrentar con madurez y que además, algo muy importante, en su gestión no le causaría inconvenientes a ningún sector. Y eso si lo sabemos muy bien todos los dominicanos.
El compromiso de Leonel con el desarrollo del país no es coyuntural ni por las circunstancias, o sea, estando dentro o fuera del poder, este hombre tiene conciencia de la historia, es algo que ha asumido como su causa principal (el desarrollo nacional), lo cual aprendió de su maestro y líder, el profesor Juan Bosch.
Es decir, este expresidente con un legado bien valorado, sustentado primeramente en tres buenas gestiones de gobierno y en su lucha por la educación y formación de vanguardia en el conocimiento.
Fue que cuando Leonel gobernó el país le dio confianza y lo abrió al mundo exterior, no era sectario ni a lo interno del PLD ni hacia afuera de éste.
También a los sectores económicos se le inyectó certeza, representados en el financiero, los importadores, zona franca, agropecuario…, y a la sociedad civil, a la prensa en sentido amplio fueron muy bien distinguidos con absoluto respeto. Todo eso puede preguntarse, es un dato.
Este expresidente de tres períodos constitucionales y dos de ellos consecutivos, le cambió el rostro al país a través de sus instituciones, y le apuntaló su imagen internacional. En otras palabras, nos dejó una economía estable, respetada y confiable. Eso también puede preguntarse, es otro dato verificable.
Entonces, cómo no reconocer y/o aprovechar las ventajas que nos daría tener nueva vez gobernando el país, al que ya es el líder político más compacto, experimentado y completo de América Latina en la actualidad.
Independientemente de que estén dentro o fuera de la casa, sino tienen el apoyo de la población ni el estatus social ni político a nivel nacional e internacional de Leonel Fernández, mucho menos su prestigio bien ganando, esas voces peregrinas que lo cuestionan, con el único derecho de que tienen la libertad de disentir, no poseen valor frente al soberano, sus argumentaciones son ignoradas por no llegar ni a ser falacias.
En definitiva, lo que sucede es que, a quien aclama la población, ésta sabe muy bien que representa la garantía que lo llevará indefectiblemente a puerto bien seguro; esto lo encarna en la actual coyuntura mundial para la Nación, Leonel Fernández Reyna.
Es que para garantizar mantener los logros alcanzados en las gestiones de los gobiernos peledeístas y al mismo tiempo continuar el empuje nacional, hay que contar con un líder visionario.
¡Quién mejor que Leonel para garantizar con certeza la unidad nacional en pro de nuestro desarrollo social y económico!