Feligreses católicos celebran el Día de Corpus Christi con Eucaristía en el Faro a Colón

Por Orlando Pimentel

En un ambiente de devoción y solemnidad la comunidad católica celebró el Día de Corpus Christi con una Eucaristía en el Faro a Colón. La ceremonia fue presidida por el arzobispo Francisco Ozoria, quien estuvo acompañado por Monseñor Benito Ángeles, de la Vicaria de Santo Domingo Este y Monseñor Amable, la cual reunió a numerosos fieles.

Antes de la Eucaristía, se llevó a cabo un momento de adoración al santísimo, dirigido por Fray José María Guerrero, fortaleciendo el espíritu de los presentes con cantos y oraciones en honor a la presencia de Cristo en la eucaristía.

Durante la homilía, Monseñor Amable destacó que la Eucaristía es una manifestación de la presencia real de Cristo y una fuente de fraternidad que nos sana.

«Con frecuencia tendemos a pensar que la presencia real de Cristo la encontramos solo en el pan y en el vino consagrados. En realidad, su presencia reviste otras formas. Jesús está presente en la asamblea, lo que define esa presencia es, en primer lugar, nuestro bautismo, por el cual hemos sido constituidos templo del Espíritu Santo. Somos un pueblo sacerdotal capaz de ofrecer a Dios el culto como es debido», afirmó.

Asimismo, Monseñor Amable subrayó la certeza de la presencia de Jesús entre los fieles, recordando las palabras de Cristo: «donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».

También enfatizó que Jesús está presente en su palabra, ya que «no solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios». Sus palabras, añadió, confortan, alientan, fortalecen, iluminan y reavivan la esperanza, aunque también corrigen, reprenden, enseñan y exhortan.

En su mensaje, Monseñor Amable exhortó a los presentes a renovar su compromiso con la caridad y la fraternidad, inspirados por el ejemplo de Jesús. Destacó la importancia de llevar el mensaje de amor y esperanza a todos los rincones de la sociedad, siguiendo los principios cristianos.

La celebración del Día de Corpus Christi en el Faro a Colón se convirtió en una ocasión para reflexionar sobre el papel de la fe en la vida diaria y la relevancia de la eucaristía como centro de la vida cristiana.

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