OHIO (NBAMANIACS.com).-Ya podemos decir a boca llena –si es que antes había dudas– que Cleveland no pagó demasiado a los Jazz por Donovan Mitchell. El guard All-Star ha encajado en la organización de Ohio como anillo al dedo y anoche explotó definitivamente haciendo historia. ¿Cómo? Con 71 puntos para derrotar a los Chicago Bulls.
Con un 22 de 34 en tiros de campo (incluyendo 7 de 15 en triples) y un 20 de 25 en tiros libres, Mitchell es desde ahora el séptimo jugador de la historia en firmar un partido de al menos 70 puntos. Además, ha pulverizado el récord para un jugador de los Cavaliers, el cual compartían LeBron James y Kyrie Irving con 57 puntos, así como el de jugador que más puntos ha hecho a Chicago, el cual estaba en poder de Wilt Chamberlain con 68 tantos. Simplemente disfruten.
La secuencia de puntos de la estrella de los Cavs fue la siguiente: 5 puntos en el primer cuarto, 11 en el segundo, 24 en el tercero, 18 en el cuarto y 13 en la prórroga; es decir, logró 55 tantos tras el descanso.
Obvio que con tal locura anotadora su partido iba a brillar de cualquier manera, pero más lo hizo incluso con una acción decisiva en los últimos instantes de los 48 minutos reglamentarios. Con cuatro segundos por disputarse y estando tres puntos abajo, Mitchell tenía dos tiros libres. Anotó el primero y erró el segundo a propósito, siendo capaz de agarrar su propio rebote y conseguir la canasta que llevaba el choque al tiempo extra. En los cinco minutos de añadido Cleveland pasó por encima de los de Illinois.
«Una lección de humildad»
Los 71 puntos conseguidos por Mitchell son la mayor cantidad en los últimos 17 años de NBA. Para encontrar una hazaña superior hay que remontarse al 22 de enero de 2006, cuando Kobe Bryant logró 81 puntos contra Toronto Raptors. Respecto al récord absoluto, este pertenece a Wilt Chamberlain, quien se marchó hasta los 100 tantos el 2 de marzo de 1962. Unirse a nombres de este nivel supone una satisfacción extrema para el jugador de los Cavaliers.
«Estar en ese lugar, en el libro de récords con muchachos como Wilt, es realmente una lección de humildad. Siempre creí que podía ser uno de los mejores jugadores de la liga. Estoy sin palabras y me siento bendecido de estar en compañía de tal grandeza», expresa.
La noche de Mitchell
Así la vivimos nosotros y su propio equipo. Cuando fue entrando en ritmo hasta hacer lo que solo habían hecho antes David Thompson, Elgin Baylor, David Robinson, Devin Booker y los mencionados Chamberlain y Bryant, la consigna enviada desde el banquillo fue que le dejaran paso y que se hiciera todo lo posible para ayudarle a encontrar las mejores situaciones posibles sobre el parqué. Mitchell estaba ardiendo y tocaba mantener encendida la llama.
«Esta noche nos obsequiaron con una de las mejores actuaciones en la historia de este juego. Cada jugada que hizo fue una jugada necesaria. Donovan nunca se ha puesto por encima del equipo, entonces… ¿cómo no apoyar a un chico así? Les dije a todos los demás que se quitaran de su camino», sentencia J.B. Bickerstaff, head coach de Cleveland.