AP, NUEVA YORK. — Novak Djokovic no buscó guardarse sus sentimientos en la cancha el sábado. Cambió así la actitud que había mostrado durante sus primeros dos compromisos de este Abierto de Estados Unidos.
El serbio dejó salir todo. Se dio palmadas en el pecho, elevó un puño para festejar sus buenas jugadas y se llevó un dedo a la oreja para instar al público a que hiciera más ruido.
Este es el Djokovic al que todos están acostumbrados a ver. El que gana en los escenarios del Grand Slam, como ha ocurrido a menudo en esta temporada mágica, pero también el que se anima y arenga a los espectadores.
Ahora quiere que el público lo acompañe en su camino para hacer historia.
Djokovic dio otro paso en su intento de completar el primer Grand Slam en un año calendario dentro de la rama masculina en más de 50 años. Avanzó a la cuarta ronda en Flushing Meadows para su 14ta aparición consecutiva, tras recuperarse para derrotar por 6-7 (4), 6-3, 6-3, 6-2 a Kei Nishikori.
“No planeo cuándo voy a tener este tipo de momentos emotivos en la cancha, ya sean buenos o malos. Simplemente ocurre”, explicó Djokovic. “Al calor de la batalla, cuando siento que el momento es muy importante, sólo quiero sacar todo. Supongo que busco aprovechar esa ola de energía que yo mismo creo, ya sea conmigo o con el público”.
Así, el astro evitó tipo de sorpresas que han abundado en el torneo. No pudo decir lo mismo Ash Barty, la primera cabeza de serie de la rama femenina.
El programa del viernes deparó la eliminación de la campeona defensora Naomi Osaka y de dos de los primeros cinco preclasificados en la rama masculina: Stefanos Tsitsipas y Andrey Rublev.
Veinticuatro horas después, Barty dilapidó una gran ventaja en el último parcial y cayó ante la local Shelby Rogers (43ra preclasificada, por 6-2, 1-6, 7-6 (5).
Rogers llegó a los cuartos de final hace un año en Nueva York. Barty posee títulos del Abierto de Francia en 2019 y de Wimbledon en julio, pero jamás ha pasado de la cuarta ronda en Flushing Meadows.
De cara a este partido, Barty ostentaba una foja de 5-0 ante Rogers. En la tercera manga, se colocó arriba por dos quiebres, en 5-2.
¿Qué pensó en ese momento?
“Que no podía ponerse peor. Había perdido con ella siempre”, respondió Rogers, quien enfrentará el lunes a la británica Emma Raducanu, de 18 años. “Intenté algo diferente”.
Ante Djokovic, los rivales siguen fracasando en la búsqueda de fórmulas para doblegarlo.
“No pude romper la pared”, es como Nishikori describió el trabajo de vencer a Djokovic. “Es muy duro hasta el final”.
Djokovic, de 34 años y número 1 del mundo, tiene marca de 24-0 en los cuatro eventos más importantes de la temporada. Conquistó el Abierto de Australia en febrero, el Abierto de Francia en junio y Wimbledon en julio. El último jugador que terminó de 4-4 en majors fue Rod Laver en 1969. Steffi Graf fue la última persona que logró la proeza, en 1988.
Si gana cuatro encuentros más la próxima semana, Djokovic llegaría a 21 títulos de Grand Slam, superando la marca de hombres que actualmente comparte con Roger Federer y Rafael Nadla.
Su próximo rival será Jenson Brooksby, de 20 años y que llegó con invitación. El estadounidense superó encinco sets a Aslan Karatsev, 21er preclasificado y quien fue semifinalista en Australia.
Fue en la cuarta ronda del año pasado que Djokovic quedó fuera del torneo. SE le descalificó por dar un pelotazo a una jueza de línea.
Otros jugadores que avanzaron en un soleado sábado incluyeron al subcampeón de Wimbledon Matteo Berrettini y al 13er clasificado Jannik Sinner. Es la primera vez que un par de italianos juegan simultáneamente el U.S. Open dentro de la rama masculina en sus 140 años de existencia.
Ganaron también la flamante campeona olímpica Belinda Bencic, la campeona del US Open 2019 Bianca Andreescu, la monarca del Abierto de Francia 2020 Iga Swiatek y la checa Karollina Pliskova, dos veces finalista en majors.
El medallista de oro olímpico Alexander Zverev avanzó en el último partido de la jornada, luego que Jack Sock abandonó en el cuarto set por una lesión. El alemán ganaba por 3-6, 6-2, 6-3, 2-1, cuando vino el retiro de Sock.