Por Orlando Pimentel.
En la mañana del viernes 19 de junio, llegó a la calle mas tenebrosa de Los Mina, un colega del Padrino, quien es dueño del prospero negocio, que funciona en la Casa de los Trucos.
La vista era con el objetivo de invitar a las personas del sector a una reunión con el candidato que no asocia el éxito a la preparación académica.
El colega y un representante del candidato visitaron las viviendas que no estaban con foto de otro candidato, pero la gente lo rechazaba por el tipo de compañía.
En esa visita lograron colocar dos afiches, el primero en la Casa de los Trucos y el segundo en la vivienda de una admiradora de personas que trabajan en negocio como el que funciona en la Casa de los Trucos.
Los representantes del candidato hablaron con la admiradora de los truqueros para una reunión a la 4 de la tarde.
La convocante y su concubino de turno hicieron grandes esfuerzos por llevar gente y algunas personas que deseaban conocer al candidato se trancaron en su casa para no ir a una reunión con clientes de la Casa de los Trucos.
La organizadora de la reunión confiaba en la gran masa de enfermos que compran su tranquilizante en la Casa de los Trucos. Ella fue al área de un antiguo hotel abandonado para traer esa masa, pero no había calcio para moverlo.
A la 5:46 pasó el candidato por la esquina y el concubino de la convocante corrió hacia la calle del famoso hotel abandonado, pero el candidato miró con desprecio la pírrica convocatoria y siguió su camino.
La convocante en tono molesto le dijo al señor canuco que le pidió la reunión ´-¡Explícame! ¿Por qué el haitiano ese no se paró?
El hombre con una mirada fulminante exclamo ¡Coñ y como tú quieres que el candidato hable en una reunión con menos personas que los dedos de una mano!